"Viriato" representa en Garray la lucha por el poder
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Verbo Producciones han puesto anoche en escena la obra "Viriato" en Garray.
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La actuación en Garray, patrocinada con 14.000 euros por la Diputación provincial y a la que ha acudido menos gente de la prevista inicialmente, ha vuelto a tener este año tintes solidarios ya que Aspace ha colocado en las entradas huchas para recaudar dinero con el fin de crear en centro residencial.
El año pasado, durante la recreación de 'La caída de Numancia' se consiguieron entre 2.500 y 3.000 litros de leche para el Banco de Alimentos.
"Viriato" se ha prolongado durante más de una hora en el escenario de La Hoya, en la que los actores han puesto en escena algo más que las peripecias del caudillo lusitano frente al Imperio romano.
Se ha tratado de una reflexión sobre las guerras y de cómo la lucha por el poder, la avaricia, la ceguera para la misericordia son el motivo por el cual en la historia del hombre la guerra sea la norma y la paz la excepción.
Roma nombró a Viriato amicus populi romani, como premio a la misericordia que el caudillo lusitano mostró al perdonarle la vida al general Serviliano y a sus hombres.
Comenzó con ello para Viriato y su pueblo un período de paz, pero Cepión, el nuevo cónsul, no estaba dispuesto a consentir que un bárbaro se enorgulleciera de haber obligado a Roma a firmar un tratado.
Con la connivencia del Senado, rompería este tratado de paz.
Viriato se había convertido en un símbolo para las tribus enemigas de Roma. Y Cepión pretendería demostrar que no hay símbolo lo suficientemente fuerte que Roma no pueda doblegar, aunque tuviera que recurrir a la traición…