Numancia revive en una jornada de recreación con ochenta voluntarios
Ochenta voluntarios de la asociación cultural Tierraquemada han recreado hoy la vida de los antiguos moradores de Numancia dentro de una jornada en la que en torno a un millar de personas ha conocido los secretos de los habitantes de ese poblado celtíbero.
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Los visitantes, de la mano de siete guías y distribuidos por turnos, han realizado un viaje en el tiempo esta mañana, durante cuatro horas, que les ha permitido sentirse inmerso en la rutina de las gentes de Numancia y acercarse, de una forma entretenida, a las claves históricas que permitieron hacer de Numancia una leyenda inmortal.
El arqueólogo Antonio Chaín ha explicado que esta recreación pretende ofrecer una "visión diferente" del yacimiento de Numancia a los visitantes, una actividad que cuenta con el reconocimiento de toda la sociedad soriana y de los turistas.
"Los ochenta actores mejoran la comprensión del yacimiento, porque hoy el yacimiento ha cobrado vida", ha resaltado.
Los visitantes se han acercado al "secreto de los numantinos", centrado en la fabricación de sus espadas, que les hicieron temibles para los romanos y que éstos terminaron copiando para conquistar el Mediterráneo.
"Sólo podemos entender nuestro pasado, desde el presente. Y hay que ver los nexos de unión", ha explicado.
El actor caracterizado de herrero, Tomás Sanz, ha explicado que los numantinos extraían el hierro del Moncayo y después de fundirlo lo sumergían en las aguas del Duero para quitarle impurezas, lo que le daba más dureza a las espadas.
El germen de la asociación cultural Celtibérica Tierraquemada se remonta a 1999, año en el que se inauguró en Garray, localidad situada al pie del yacimiento de Numancia, el Aula Arqueológica sobre el Cerco Romano.
Uno de los actos de esta inauguración fue la primera representación escénica de los episodios de las Guerras Numantinas, que alcanzó gran repercusión social y mediática.
Este éxito justificó la necesidad de hacer permanente estas representaciones populares, y para ello se constituyó en 2003 la citada asociación, con el fin de establecer lazos de contacto entre el trabajo científico de los arqueólogos y su presentación didáctica.