El obispo de Osma-Soria bendecirá el próximo 15 de noviembre la nueva parroquia de Camaretas
Está dedicada al Espíritu Santo
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El obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar Viciosa, presidirá el próximo 15 de noviembre (17:00 hora) el rito de la bendición y dedicación de la nueva parroquia de Camaretas, según ha anunciado el párroco Francisco Javier Ramírez de Nicolás, tras establecer la fecha con el prelado oxomense-soriano.
Monseñor Melgar se ha mostrado agradecido “por la acogida y cordialidad del pueblo de Golmayo al que llegué el 1 de octubre de 2008, cuando entonces era una sola parroquia, La Asunción de Nuestra Señora, con dos centros muy diferentes: el pueblo y la urbanización de Camaretas”.
Ramírez de Nicolás ha recordado cómo desde 2008 se empezó a realizar el proyecto de construcción del nuevo templo parroquial, “ya pensado por los dos obispos que precedieron al actual, Francisco Pérez González y Vicente Jiménez Zamora”.
El Ayuntamiento de Golmayo, en sesión ordinaria del 29 de octubre de 2009, cedió al Obispado la parcela en la que se construiría el futuro complejo parroquial.
Por entonces, Monseñor Melgar Viciosa decidió dedicar el templo al Espíritu Santo.
El 29 de septiembre de 2012, el obispo erigió la nueva parroquia del Espíritu Santo en la urbanización de Camaretas con una demarcación territorial segregada de la de Golmayo, siendo nombrado Ramírez de Nicolás como primer párroco el 2 de octubre de dicho año.
PRIMERA PIEDRA
La construcción del complejo parroquial comenzó el 1 de diciembre de 2012, tras colocar la primera piedra el 28 de octubre. Las obras se han desarrollado durante todo este tiempo obteniendo el 14 de octubre de 2015 la licencia de ocupación del edificio.
El nuevo complejo parroquial consta, en su planta baja, de una amplia iglesia para las celebraciones dominicales, una capilla para las Eucaristías y la Adoración en los días durante la semana, dos despachos, un salón de actos y algunos almacenes y servicios, además de la cochera y cuartos de instalaciones.
En la primera planta, hay siete salas para las catequesis y tareas de los diversos grupos; y, en la planta segunda, está la vivienda del párroco. Todo sin ninguna barrera arquitectónica.