Molinos de Duero recupera su Vía Crucis viviente
Molinos de Duero ha celebrado su Vía Crucis viviente, en el que medio centenar de vecinos han dado vida, en catorce estaciones, a la Pasión de Jesús. Medio millar de personas han seguido el paso del Vía Crucis.
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El alcalde de Molinos de Duero, Miguel Bonilla, ha recordado que la iniciativa se inició hace ya casi veinte años y se ha retomado este Viernes, tras la suspensión obligada durante los años de pandemia.
Bonilla ha señalado que los jóvenes de la localidad se juntaron hace años y comprobaron que en los días de Semana Santa todos buscaban un “pequeño aliciente” para salir del pueblo.
“La gente del pueblo que viene los fines de semana, tiraban para la playa y dejaban de venir. Optamos un año por probar, haciendo una procesión viviente y la gente empezó a venir y a participar”, ha manifestado.
Gracias a esta iniciativa, el Ayuntamiento de Molinos de Duero ha conseguido mejorar el arraigo de vecinos y visitantes para colaborar en esta iniciativa.
Aunque ha reconocido que cuesta a veces comenzar con los ensayos, Bonilla ha resaltado que el vía crucis viviente está teniendo buena participación.
El vía crucis viviente, con catorce estaciones, se realiza desde la ermita del santo Cristo hasta la plaza de Molinos de Duero, localidad de 140 vecinos en invierno que estos días ha completado sus doscientas setenta y cinco plazas de alojamiento.
El Vía Crucis viviente, que se estrenó en 2006, es uno de los actos más seguidos por visitantes en la comarca soriana de Pinares.
Romanos, tamborileros, esclavos, carros han ido avanzando por el paseo, escenificando en las diferentes la pasión y muerte de Jesús.
