El traslado del arca resalta el valor de su legado
Almarza y San Andrés de Soria han revivido este mediodía el traslado del arca, una tradición original y con setecientos años de historia, en la que se ha resaltado el patrimonio cultural que ha sabido guardar durante siglos la hoy denominada España vaciada.
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Alberto del Campo, invitado especial en la tradición del arca
Los vecinos de Almarza y San Andrés de Soria han renovado hoy, como cada 6 de enero desde hace casi siete siglos, la tradición del traslado del arca que contiene los documentos de una dehesa boyal que comparten desde siglos y configura su mutua identidad.
El montador y productor de cine, Alberto del Campo, Goya de 2019 al mejor montaje por la película "El Reino" y con antecedentes familiares en Espejo de Tera, ha sido el invitado especial en esta edición del traslado del arca.
Del Campo ha resaltado en su discurso en el paraje de "Cantogordo" que el arca es un claro ejemplo de hermandad que Almarza y San Andrés de Soria han sabido conservar en el tiempo.
"Ejemplos de convivencia como éste son más necesarios que nunca hoy en día; en estos tiempos de velocidad e inmediatez, muchos se preguntarían por qué esta celebración supone tanto y es que pocos lugares como el nuestro valoran tanto el significado de la tradición", ha manifestado.
Del Campo ha reconocido que la vida le ha llevado lejos de sus ancestros, como a tanta gente de su generación, que ha tenido que emigrar para buscar oportunidades.
"Por suerte o por desgracia, pertenecemos a la España vaciada. Sé que lo que más falta nos hace son personas. Soy de un pueblo que supo resurgir tras el abandono y por eso no quiero dejar un sentimiento pesimista. Sé que estas tierras volverán a ser lo que eran y auguró un futuro en el que los avances tecnológicos mejoren las comunicaciones y se acorten las distancias", ha señalado.
Por su parte, la alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, ha resaltado en su alocución la "gran suerte" de poseer una de las tradiciones más antiguas y arraigadas de la provincia de Soria.
"La fiesta del arca hay que vivirla desde dentro, porque tiene alma, sentimientos y raíces. El arca es amor a la tierra que nos vio nacer y que llegó a nosotros a través de nuestros antepasados", ha señalado.
Pérez ha apuntado que las generaciones precedentes han inculcado de grandes valores a las actuales, como el respeto, el sacrificio y el esfuerzo.
"Nos enseñaron a tener paciencia, a reflexionar, a amar la naturaleza y todo lo que nos rodea y a afrontar problemas y dificultades. Es la mejor herencia que nos podían dejar", ha resaltado.
Pérez ha apelado a los vecinos de Almarza y San Andrés de Soria para transmitir esta tradición a sus hijos y ha pedido a todos "reactivar" el optimismo y les ha animado a ser creativos y fuertes, aprovechando todas las oportunidades que ofrece esta tierra dura, "buena maestra y da hijos emprendedores que van abriendo camino".
La teniente-alcalde de Almarza, Laura Díez, ha señalado que el arca es un fiel reflejo de la vida, de la convivencia, de las disputas y de las conversaciones de las gentes que les precedieron.
"Sus documentos y legajos nos demuestran que no todos tenemos que ser iguales, ni pensar igual, pero con respeto, convivencia, diálogo aplicando la tradición, la costumbre o la ley, se consiguen los acuerdos más impensables", ha recalcado.
Díez ha señalado que en la convulsa sociedad actual, los ciudadanos han olvidado a veces los privilegiado que son, al tener el don de la palabra para dialogar, convencer y rectificar para consensuar decisiones.
"Todos debemos hacer uso de la palabra y el diálogo, como nos han enseñado nuestros antepasados, para hacer más grande cada día a nuestros pueblos y sus gentes", ha apelado.
La tradición del arca rememora un contencioso secular mantenido entre estas dos localidades asentadas a los pies del puerto de Piqueras, en el norte de la provincia de Soria, posiblemente por el uso de pastos en las dehesas colindantes.
Cuando se dio por zanjado el pleito, un arca con dos cerraduras conserva desde entonces pergaminos, ordenanzas y privilegios.
Los años impares corresponde su custodia a San Andrés de Soria y los pares a Almarza, siempre hasta el 6 de enero, festividad de la Epifanía de los Reyes, fecha en que los vecinos de ambos pueblos se encuentran, como han hecho de nuevo este año, en el paraje de Canto Gordo, situado a la misma distancia de ambas localidades.
Los vecinos de ambas localidades, en torno a medio millar, han comprobado que los documentos están en perfectas condiciones antes de volver a cerrar el arca, quedarse cada uno con su llave y retornar para su custodia durante un año.