Hijas de algún Dios
Blanca Casado escribe esta carta al director en la que discrepa sobre el título de una exposición del festival On Photo Soria, titulada "Hijas de Ningún Dios", que aborda en el centro cultural Gaya Nuño la violencia contra las mujeres en México.
Corroído y corrompido
NI Todo ni Nada. Pero no lo mezcle. No lo parta
Hijas de algún Dios
He visto al pasar el cartel de la exposición de una señora llamada Rosa cuyo lema dice que las mujeres no somos hijas de ningún Dios.
Y con respeto quería decirle que no, que está equivocada, y a las que pasen por ahí y lo lean, que por favor no se crean eso.
Pues claro que somos hijas de Dios, y encima hijas amadas.
Pero no de cualquier Dios, sino de ese pequeñito y humilde que asoma por el fondo del cartel de Rosa, que por suerte es el de verdad, que lleva su corazón en la mano, porque se le escapa del pecho y lo entrega con una sonrisa dulce.
Bueno, eso es lo que yo creo. A lo mejor otras piensan que cada cual crea o se fume lo que quiera, pero como estoy segura, lo digo con la esperanza de que las que pasen por ahí no se agobien ni sientan huérfanas, sino que se alegren.
Porque la realidad es la que es y una no puede evitar ser hija o Hija, como tampoco puede evitar ser amada, por mucho que lo rechace y patalee o no lo crea, lo que es, es.
La experiencia de quienes de pronto se descubren hijos amados de Dios es una verdadera bomba, en serio, una explosión de alegría en el corazón, que llena la boca de miel, alivia penas, sana amarguras y hasta dan ganas de bailar. Y no es un placebo para el dolor de la vida, es el descubrimiento de una realidad que es un verdadero tesoro.
El cartel que ha colgado Rosa invitando a su exposición me ha inspirado mucho para invitar hoy a la búsqueda del tesoro, ojalá chicas lo encontréis y bailemos como locas de alegría todas. Feliz día
Fdo: Blanca Casado Sáenz