Cuando la tragedia asola a España, ante la indignidad del Gobierno
Amalio de Marichalar reafirma en este artículo de opinión, al cumplirse un mes de la Dana que ha asolado Valencia, la falta de escrúpulos del Gobierno por no detectar la emergencia y aplicar la Ley de Protección Civil, poniendo todos los recursos del Estado para ayudar a los afectados.
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Cuando la tragedia asola a España, ante la indignidad del Gobierno
Treinta días exactamente desde el comienzo de la tragedia, en 84 municipios de Valencia, Letur, Landete, Garaballa, en Castilla la Mancha, y Málaga en Andalucia, y el gobierno sigue sin abordar su obligación legal de aplicar la ley de Protección Civil para mandar a las fuerzas de los tres ejércitos masivamente, bien instruidos para abordar toda la tragedia y sin las restricciones que incomprensiblemente hemos escuchado hace seis días. Es de todo punto inasumible el hecho de no haber llevado desde el minuto uno toda la ayuda y a un mes de las trágicas riadas siga sin hacerse. Es un hecho plenamente criminal.
Tampoco es comprensible que la responsabilidad de la Generalidad de Valencia no pida, si bien no haría falta, pues es el Gobierno su más absoluto responsable, pero aún así no pida con claridad meridiana la declaración de emergencia nacional y aplicar con todas las consecuencias la ley de Proteccion Civil ante la catástrofe nacional. Pedimos se haga de inmediato, por mucho que haya pasado un mes. No puede estar el 30% de la provincia de Valencia afectada gravemente y casi 900.000 personas en tan delicada situación. No es posible. ¡Un mes sin llevar todos los medios del estado es un crimen inenarrable!
Es una auténtica ignominia el resultado que la muy mala y perversa política, aplica a los españoles y un ejemplo auténticamente frívolo e inhumano.
Que el presidente del Gobierno diga que la culpa es del cambio climático en vez de asumir en primera persona la plena responsabilidad y ratifique en el Congreso el miércoles, ante todos los españoles y todo el resto de europeos, que se pida lo que se necesite, es sencillamente maquiavélico y demoniaco, y la expresión más abyecta del mal.
Que no se haya enviado a las Fuerzas Armadas más que cuatro días después, y en proporción raquítica, tras la avanzadilla de la U M E , es criminal. Haberse rechazado la ayuda Internacional es criminal. Decir que se les pida ayuda esperando a que lo hagan, cruzado de brazos, es criminal.
Denegar el socorro y el auxilio a tiempo a Valencia es un crimen. Seguir un mes después sin aplicar las leyes previstas para una tragedia de esta envergadura y sin mandar a todo el ejército a día de hoy, es un hecho criminal continuado. Que se nombre finalmente a la vicepresidenta y Comisaría europea que no ha dado explicaciones más que veintidós días después y sin pedir perdón pero además sin aparecer aún por la tragedia es de una maldad criminal y de un comportamiento imposible de admitir. Un ejemplo del más vil comportamiento y en medio aún de una tragedia descarnada, transmitida a diario en imágenes dantescas. Una ignominia sin nombre y de nefastas consecuencias para Europa, que ha optado por dar muy mal ejemplo nombrando a quien no tiene ética y ofreciendo una imagen al mundo de ausencia plena de los mínimos principios y valores.
La comparecencia el miércoles del presidente del Gobierno en el Congreso tras mes y medio sin hacerlo, es un ejemplo de cómo alguien que no conoce ética alguna es capaz de querer manipular a los suyos de nuevo. Achaca lo ocurrido al cambio climático, sin saber absolutamente nada de lo que es el cambio climático, y sin reconocer culpa alguna. Una tragedia sin precedentes, y toma la sesión de control una vez más a broma y desprecio, manipulando la verdad para reconvertir todo en su perversa realidad virtual. Lo blanco para el es negro. Habla de acaparar instituciones quien es el único que lo hace asaltándolas, acabando con la Constitución y la democracia. Acusa a su opositor de ser amigo de un narco, cuando él está rodeado de una imputada como su mujer, o ayer ya su hermano también …. Esto es ya una locura perversa, de alguien quien confunde y denuncia el inventado delito de otros, para no reconocer lo mismo que el en este caso si comete, y comete con reiteración a ojos de todos.
Lo malo es que la tragedia no hace mella siquiera en alguien que no conoce la mínima dignidad. Es algo jamás visto.
Lo malo es que España es ejemplo de una inhumanidad que nunca pensamos ni por asomo que pudiera existir gracias a alguien que no tiene freno y que le rige el mal . Lo malo es que ha traspasado a Europa ese comportamiento abduciendo hasta a el más pintado - como su propio partido y muchos de sus votantes- y este proceder maligno hemos de contrarrestarlo de inmediato ya que el mal que preside su día a día jamás se impondrá.
Que el presidente del Gobierno se comporte así y no conozca límite alguno ha pasado ya al rango de ser un auténtico loco sin mesura alguna y sin el mínimo freno ni comportamiento más elemental.
Fdo: Amalio de Marichalar. Conde de Ripalda