Madrid, a la cabeza en muertes por contaminación
Madrid encabeza el ranking de ciudades europeas con más muertes por contaminación, según los datos publicados por el Instituto de Salud Global, que cuantifica la mortalidad vinculada al dióximo de nitrógeno.
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El dióxido de nitrógeno es un gas tóxico producido por la quema de combustibles fósiles y que, en las grandes zonas urbanas, procede principalmente del tráfico rodado.
Cuando la atmósfera impide que la contaminación se disipe, se crea una boina característica en el cielo
Pero esa boina de partículas en suspensión esconde otros gases invisibles, como el NO2, que afecta a los seres vivos y que se traduce en miles de muertes prematuras.
En las ciudades del top 10 de este ranking, liderado por Madrid, se estima que un 6-7 por ciento de las muertes naturales tienen su origen en la exposición al dióxido de nitrógeno.
En lo que se refiere a carga de mortalidad asociada a NO2, las diez ciudades que encabezan la lista son:
- Madrid (área metropolitana)
- Amberes (Bélgica)
- Turín (Italia)
- París (área metropolitana) (Francia)
- Milán (área metropolitana) (Italia)
- Barcelona (área metropolitana)
- Mollet del Vallès
- Bruselas (Bélgica)
- Herne (Alemania)
- Argenteuil - Bezons (Francia)
A pesar de las multas y los reiterados avisos de la comunidad médica y científica, las ciudades siguen priorizando el uso del automóvil frente a la salud de las personas.
El estudio de ISGlobal concluye que “muchas ciudades no están haciendo lo suficiente para afrontar la contaminación del aire y los niveles que exceden las directrices de la OMS conducen a muertes innecesarias”.
Las medidas anticontaminación, aunque insuficientes, se han ido abriendo paso.
Hay más calles peatonales, la bici ha crecido en muchas urbes y las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) van proliferando por toda Europa.
Los niveles de contaminación disminuyen año tras año, y lo seguirán haciendo mientras avancemos en la descarbonización y abandonemos los combustibles fósiles.
En 2020, por los efectos colaterales de la pandemia, nos hemos quedado al borde de cumplir con la directiva europea por primera vez.
Tan solo una estación de Madrid excedió el valor límite anual.