Aragón, la comunidad con la lista de espera más larga; Castilla y León, la quinta
Aragón es la comunidad autónoma donde la espera para una cita con un especialista médico es más larga. Castilla y León ocupa el quinto puesto en el ranking nacional según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
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Una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 896 personas que han reservado cita con un especialista (o para una prueba diagnóstica) en el sistema público de salud en los últimos dos años revela una espera media de 140 días para la cita con este profesional, es decir, cuatro meses y medio desde la derivación del médico de familia.
Una demora que OCU ha calificado sin duda como preocupante y muy superior a la señalada por la mayoría de las comunidades autónomas.
No obstante, los resultados varían mucho entre comunidades autónomas.
Así, las mayores esperas para el especialista en el sistema sanitario público de salud se dan en Aragón (165 días), Baleares (162 días), Canarias (158 días), Galicia (158 días), Castilla y León (153 días), Extremadura (151 días) y Comunidad Valenciana (148 días).
Datos llamativos si se tiene en cuenta que algunas comunidades autónomas, como la misma Aragón, reconocen el derecho a ser atendido por un especialista en un plazo de dos meses.
Una cifra que, por otro lado, ni siquiera cumplen las regiones con menores demoras, como son Castilla-La Mancha (99 días) y País Vasco (112 días).
Pero la encuesta de OCU también desvela las especialidades con mayor tiempo de demora.
La lista la lideran oftalmología (175 días de media), neurología (164 días) y traumatología (163 días).
Mientras que para ginecología y psiquiatría “solo” hay que esperar 119 y 126 días respectivamente.
Y no es el único problema señalado en la encuesta.
El 19 por ciento de los usuarios también se quejan de que el día en el que por fin acudieron a la consulta les tocó esperar mucho antes de pasar a la misma.
Y no hay que desdeñar otras molestias quizá no tan habituales, pero igualmente fastidiosas como las de aquellos a quienes se les propuso un horario inconveniente o en un hospital muy lejos de su hogar, así como las de aquellos a los que su médico de familia tardó demasiado en derivar a un especialista.
Del mismo modo, ha llamado la atención a OCU las enormes diferencias entre las cifras de espera recogidas en la encuesta y las facilitadas por el Ministerio de Sanidad de acuerdo con los datos que recaba de las comunidades autónomas.
En ese sentido, OCU ha urgido una actualización del sistema de información sobre listas de espera para que represente de la forma más fiel posible toda la realidad.
Debería detallarse, por ejemplo, la situación de todas las especialidades y el máximo de procedimientos quirúrgicos posibles, así como contabilizar no solo las esperas para la primera revisión en consulta sino también para revisiones posteriores.
En cualquier caso, los datos reflejan una preocupante falta de recursos en la sanidad pública. Es por ello por lo que OCU ha urgido a las administraciones públicas a aumentar la inversión.
De la misma forma que desde el Estado se ha garantizado a las aseguradoras privadas la sostenibilidad económica de MUFACE, debe garantizarse la calidad del Sistema Nacional de Salud, que atiende a un porcentaje de ciudadanos considerablemente mayor, tal y como la organización advierte en su campaña Más calidad, menos esperas.