TRIBUNA / La democracia que viene
El abogado Mario González incide con datos, en este artículo de opinión, en el referendum que los independentistas catalanes quieren promover para dar carta de naturaleza a la independencia de Cataluña con apenas el 27,5 por ciento de respaldo popular, el mayo fraude de ley de la historia de España.
Límite al precio del alquiler de viviendas al 2 por ciento
El Rey Felipe VI alaba papel de Defensor del Pueblo
TRIBUNA / La democracia que viene
La Ley para la Reforma Política (Ley 1/1977), que permitió la transición jurídica, fue votada primero, en noviembre del 76, por más del 80% de los procuradores en las Cortes Franquistas -¡atiza, la dictadura también tenía Cortes!- y después ratificada en referéndum, en diciembre del mismo año, con un respaldo popular del 94,17% sobre una participación del 77% del censo, permitiendo abrir de par en par las puertas a la convocatoria de elecciones libres.
Ahora, ERC –con ETA-BILDU a la espera- prepara abiertamente la celebración de un próximo referéndum de independencia porque, a su decir, un 80% ‘del país’ lo demanda y tienen programado debatirlo en el próximo congreso nacional del partido programado para este mismo mes de enero al objeto de “reimpulsar la mayoría social del 1 y el 3 de octubre" de 2017 y de agrupar no sólo a las “fuerzas políticas y sociales independentistas, sino también de todos los partidarios del derecho a la autodeterminación de Cataluña e, incluso, del conjunto de demócratas que se opusieron a la acción represiva del Estado".
ERC -que nada puede sin el PSOE- pretende también que se les permita (i) ampliar el derecho de voto en Cataluña, para dar entrada al voto joven (a partir de los 16 años) y al voto inmigrante –dos de sus colectivos más mimados-, y (ii) rebajar la mayoría necesaria para validar políticamente el resultado de ese referéndum siguiendo, siempre a su decir, el dictamen del TS de Canadá sobre el referéndum de Quebec. Así las cosas, pretenden dar por bueno un resultado que aúne un 50% de participación –sobre ese censo ampliado- y un 55% de "síes a la independencia" –ratios copiados de la fórmula de Montenegro-, esto es, pretenden imponernos a todos ‘su independencia’ con sólo el 27,5% de respaldo popular (en realidad, con un porcentaje inferior si tomamos el censo normal).
Esa es, en definitiva, la operación que se está cociendo poco a poco: que la minoría imponga sus postulados a la mayoría, en abierta contradicción con lo que sucedió con aquella Ley para la Reforma política y, después, con la Constitución, cuyo referéndum de aprobación, en diciembre de 1978, contó con una participación media, en España, del 67,11% (en Barcelona, del 67,6%; en Gerona, del 72,3%; en Tarragona, del 67% y en Lérida, del 66,5%) y con un apoyo del 93,58% de síes en Cataluña. Sin embargo, ERC, consciente de que sus apoyos se mueven entre 600 y 900 mil votos frente a los 7,7M de habitantes que tiene Cataluña y frente a los 47,4M que tiene España, está buscando una fórmula política que le permita imponer su minoría. Esta, lamentablemente, es la Democracia que viene.
A primera vista, nada de todo esto tiene sentido: ni democrático, porque ni siquiera están cerca de una mayoría simple, ni jurídico, por cuanto la actual Constitución Española lo impide (p.e. el Art. 1.1 CE fija que “la soberanía nacional reside en el pueblo español”; el 2 CE señala que “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación Española”; el 9.1 CE establece que “los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”; el 12 CE apunta que “los españoles son mayores de edad a los dieciocho años”; el 14 CE garantiza que “los españoles son iguales ante la Ley”, y el 30 CE advierte que “los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”). Por eso, dicha maniobra no vendrá de una Reforma de la Constitución para la que carecen de los apoyos necesarios sino, probablemente, de la reforma del Estatuto de Cataluña que requiere de mayoría simple en las Cortes más un referéndum de ratificación, extremos que políticamente manipulados podrían quedar a su alcance. En este terreno se jugará este partido siempre que el actual gobierno consiga mantenerse tras los comicios convocados para este año 2023 y, de ahí, la denodada lucha por controlar a los árbitros antes de jugarlo. Vamos hacia el mayor Fraude de Ley de la Historia de España con el patrocinio, como en todo lo que ocurre, de la PPSOE. Quedan avisados.
Fdo: Mario González. Abogado. Mautiko Abogados