TRIBUNA / Adoctrinamiento

TRIBUNA / Adoctrinamiento

Sin duda uno de los mayores logros del Gobierno que ahora se somete al examen que suponen las Elecciones Generales del 23-J es el adoctrinamiento. Un adoctrinamiento feroz en la peor línea del ejercido por sus ‘socios franquenstein’ en sus respectivos territorios, con sus falsos idiomas y una historia más falsa todavía.

Un adoctrinamiento que ha superado los cenáculos políticos para extenderse como un atroz chapapote por toda la sociedad española con sus mantras de ecologismo, ambientalismo, cambio climático, violencia de género, etc… abocando a muchos a la autocensura en evitación de la cancelación que planea sobre cualquiera que ose desmentir la nueva religión socialista.

Un adoctrinamiento que ha destrozado también el pilar de la enseñanza pública, antaño garantía de saber y de futuro, hogaño convertida en una fábrica de peleles analfabetos, supongo que para ponerlos al nivel de los políticos que nos mangonean.

Lamentablemente, mientras predican esa enseñanza pública introducen en la misma su adoctrinamiento para hacerse, desde la base, con el control de la sociedad –por eso no gustan ni la concertada ni la privada, porque crean huecos en el sistema autoritario que tenemos- y por eso también el conocimiento está siendo sustituido progresivamente por ideología y los maestros por comisarios políticos.

El 20 CE, junto con la Libertad de Expresión, recoge la eliminada de facto Libertad de Cátedra que permitía que los docentes impartieran la materia de conocimiento de su competencia, dentro del programa correspondiente, de forma libre y con arreglo a sus propias convicciones y sin sufrir presiones de ningún tipo.

Sin embargo, la educación camina desde hace años por la senda del adoctrinamiento para lograr una masa de ciudadanos dóciles que marchen, todos iguales, aplaudiendo sin parar las consignas del sumo sacerdote que les dirá qué aprender, qué pensar, en qué trabajar, en dónde gastar el estipendio que les asigne el Estado, con quién estar, porqué sacrificarse y a quién dejar los pocos bienes que logren esconder del ojo que todo lo ve y, todo ello, para lograr su hueco en la tribu.

Por eso ya no caben ni el amor por el conocimiento, ni el librepensamiento, ni la cultura del esfuerzo. La educación ya no consiste en la transmisión recta, laica y despolitizada del conocimiento necesario para que una persona se desarrolle y pueda vivir plenamente, sino en catequizar al alumno y hacerle sentir tempranamente las consecuencias que esperan a quienes decidan, a pesar de todo, apostatar de la nueva religión socialista.  

Todos sabemos que todo proyecto autoritario va acompañado del control de la educación tal y como sucede, sin ir más lejos, en las Provincias Vascongadas o en Cataluña, sin entrar en la patética imitación que, poco a poco, van haciendo el resto de CCAA.

Todos sabemos también que el Pueblo no se somete por las buenas a semejantes desatinos y que, en la privacidad de cada hogar, casi todos apuestan por el deseo de mejorar. Por eso tienen que imponerlo.

La clave está en eliminar lo privado que es la piedra angular de la Libertad y la Democracia y el adoctrinamiento es una de las llaves para conseguirlo a la par que permite aislar y eliminar a los rebeldes. Esto que rechazamos cuando lo vemos, por ejemplo, en Cuba o en Venezuela, sin embargo, nos lo comemos con patatas cuando sucede en España.

El sistema de educación lleva muchos años adoctrinándonos y por eso una gran mayoría cree aún que vive en una Democracia. No es así, en España vivimos una pseudodemocrácia y en España nos adoctrinan todos los días: a los pequeños en el colegio y a los mayores a través de los grandes medios de comunicación.  

Ese adoctrinamiento va acompañado, además, de un borrado de la Historia de España, de su grandeza, de su identidad, de nuestra naturaleza rebelde y combativa que otrora nos hizo grandes, porque de otro modo la ideología que nos venden resultaría incoherente e inaplicable.

En el fondo, la PPSOE lo único que quiere es mantener el Poder y para eso necesita, como los antiguos señores feudales, que no haya cambios y nunca habrá cambios sin conocimiento y de ahí la sustitución de la educación por el adoctrinamiento.

La acción política se dirige exclusivamente a imponer su ideología y a mantener el Poder. Por eso, España no avanza y, por eso también, votar a la PPSOE en las próximas Generales supondrá que el autoritarismo que ya padecemos de un pasito más y que pronto aquí solo puedan vivir, lo que se dice vivir, los imperantes y su séquito.

Hablen con sus hijos y adviértanles de la realidad y, de paso, acuérdense de todo esto cuando acudan a votar.

Fdo: Mario González Casado. Abogado. Mautiko Abogados.