UGT pide la dimisión del consejero de Sanidad por la paralización de las oposiciones de enfermería
Sáez Aguado califica el recurso de la Administración del Estado como "poco inteligente"
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UGT ha pedido la dimisión del consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Saéz Aguado, por la situación creada al personal de enfermería tras publicarse el auto que paraliza cautelarmente la oposición convocada para el próximo 22 de noviembre.
"Es indignante, vergonzoso y humillante las consecuencias del auto que hemos conocido, donde deja a todos los aspirantes a un puesto de enfermero/a en esta comunidad en una situación de indefensión sin precedentes", ha lamentado el sindicato en un comunicado.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha suspendido la orden de la Consejería de Sanidad por la que estaba convocado el proceso selectivo para el acceso a la condición de personal estatutario fijo en plazas de la categoría de enfermero. En concreto, ha suspendido la orden SAN/370/2015, de 29 de abril, a instancia de la Administración General del Estado, que alegó la inexistencia de oferta de empleo público válida, pues la última databa del año 2011, cuando su plazo de validez conforme a la legislación vigente era de tres años de duración. Del mismo modo, alegó la superación de los límites de déficit público máximo posible conforme a la Ley Orgánica 2/2012
La Sala ha aceptado los argumentos esgrimidos por el Abogado del Estado, considerando que la carencia de oferta de empleo público válida constituye un supuesto de nulidad de pleno derecho que arrastra a la convocatoria de pruebas selectivas efectuada.
Además, considera que es mayor el perjuicio que se causaría a los aspirantes de las pruebas selectivas, ante la eventual nulidad del procedimiento que pudiera declararse, que la paralización de las pruebas, dada la tramitación preferente del procedimiento y la previsible rápida respuesta que se dará por la Sala en la resolución final del procedimiento.
RIESGO
La Consejería de Sanidad ha admitido, según ha reconocido el consejero Sáez Aguado, que se arriesgó a convocar las oposiciones de enfermería, previstas para el 22 de noviembre, en un proceso que agrupó las plazas ofertadas en 2009, 2010 y 2011, algo que no permite la legislación ya que contempla incluir las de tres años anteriores.
Sáez Aguado ha calificado el recurso de la Administración General del Estado, que paraliza el proceso, como "poco inteligente" y se ha preguntado en rueda de prensa a quien beneficia la suspensión cautelar de las pruebas.
El consejero de Sanidad ha admitido que la orden dictada en abril por su departamento no respetó el plazo de tres años previsto en la legislación entre la oferta y la convocatoria para dar estabilidad a los profesionales ya que estos puestos estaban ocupados por personal interino, por lo que tampoco comportarían un mayor gasto público. Por ello, insistió en que la Junta no podría haber convocado las 554 plazas de enfermería sin agrupar las ofertas públicas de empleo de 2009, 2010 y 2011 ya que explicó que solo existían 60 que se ocuparon por el procedimiento de promoción interna.
Para UGT, la incompetencia y mala fe, una vez más, de las administraciones públicas (Gobierno y Junta) ha llevado a que se mofen de la enfermería. "Dinero, expectativas de futuro y vida personal de muchos profesionales sacrificadas por las decisiones de unos políticos que solo se preocupan de justificar sus desvergüenzas, dejando atrás a los ciudadanos, la calidad del servicio sanitario y el empleo público", ha denunciado.
PAÍS BANANERO
"Solo en un "país bananero" se pueden reír del esfuerzo que ha supuesto para todos los profesionales de enfermería la preparación de la oposición convocada para el día 22", ha reiterado.
UGT estudiará las acciones legales a emprender para exigir esas responsabilidades y la reparación de los daños morales, económicos, humanos y familiares, que este hecho sin precedentes supone para la enfermería.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) también ha trasladado su “máxima indignación” por la “incomprensible” suspensión de las oposiciones de enfermería, decidida por la Administración General del Estado, en contra de la voluntad de la Junta de Castilla y León, y a una semana de celebrarse.
"Los perjuicios y las consecuencias son muy graves", ha resaltado CSI-F en un comunicado.
CSI-F no entiende el fondo de la cuestión de la suspensión, porque las plazas existen y están vacantes, ocupadas por interinos. Asimismo, CSI-F no entiende la lentitud del TSJ de Castilla y León, porque ha tenido tiempo de sobra para acordar la suspensión, sin tener que esperar a vísperas de la celebración de las oposiciones.