Castilla y León alberga mayor población de milano real invernante de la Península
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha llevado a cabo en enero de 2024 el censo de milano real invernante en el marco del censo nacional de la especie, con un total de 28.830 ejemplares contabilizados en Castilla y León, una cifra que representa más de la mitad de los milanos reales que pasan el invierno en España.
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En 2024, con motivo de la elaboración de un nuevo censo nacional del milano real invernante, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha llevado a cabo un trabajo similar en Castilla y León, realizando una búsqueda exhaustiva de todos los dormideros comunales de la especie, así como un conteo preciso de las aves.
El resultado es de 28.830 milanos reales en 590 dormideros, de un total de 754 dormideros visitados.
La provincia de Salamanca –con 5.483 ejemplares– es la que arroja una mayor población de milano real invernante, mientras que Soria –con 332 individuos– es, por el contrario, la que alberga la menor población de milano real invernante de la Comunidad.
También es destacable la población de milano real invernante en las zonas agrícolas de la meseta norte, con nutridos y abundantes dormideros en las comarcas de Los Oteros y Tierra de Campos, siendo la Zonas de Especial Protección (ZEPA) Tierra de Campiñas, con 1.084 ejemplares contabilizados, la que cobija la mayor concentración de milanos invernantes dentro de las ZEPAS para las Aves de Castilla y León.
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha sido la encargada de coordinar y realizar este seguimiento, que está enmarcado dentro del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León,en el que participan agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y técnicos de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, junto con el apoyo de personal técnico de la Fundación del Patrimonio Natural.
En 2024, además, se ha podido contar con la participación fundamental de las asociaciones ACENVA, en la provincia de Valladolid y de SEO/BirdLife en el resto de la Comunidad.
La coordinación con estas entidades, que vienen trabajando con la especie en las últimas décadas, ha sido esencial para alcanzar unos resultados óptimos en un territorio tan amplio.
La Península Ibérica supone el principal lugar de invernada para los milanos reales de los países centroeuropeos y Castilla y León tiene una gran relevancia y responsabilidad en la conservación de esta especie catalogada como 'en peligro de extinción' en el ámbito nacional y con un estado de conservación no óptimo en el contexto europeo. De hecho, Castilla y León alberga más de la mitad de los milanos reales que pasan el invierno en España.
Cada año, los milanos reales que migran desde el resto de Europa ocupan principalmente el interior de la Comunidad, en concreto las comarcas agrarias de la cuenca del río Duero y sus afluentes, mientras que evitan las áreas montañosas. Buena parte de la población se distribuye por las campiñas cerealistas y en las dehesas ganaderas de Salamanca.
Las provincias con mayores poblaciones invernantes son Salamanca, Valladolid y Burgos, seguidas de León, Palencia, Segovia, Zamora y Ávila.
La importancia de la Comunidad en la conservación del milano real en Europa hace que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio siga promoviendo año tras año el seguimiento de esta rapaz, que tiene como principales objetivos conocer su distribución y el tamaño de sus poblaciones, tanto reproductoras como invernantes, así como la tendencia de la población y las necesidades de gestión para su conservación.
La especie cuenta con un Plan Básico de gestión de valores Red Natura 2000, donde se identifican las principales presiones y amenazas a las que se encuentra expuesta y analiza las posibles influencias de estas en su tamaño poblacional y área de distribución. Los trabajos desarrollados este año han permitido comprobar que se mantienen las principales presiones y amenazas, y que algunas están experimentando una tendencia al alza en los últimos años.
Las presiones con mayor incidencia sobre el estado de conservación de la especie son aquellas que provocan mortalidad no natural de individuos adultos y juveniles a causa de las colisiones con aerogeneradores, electrocuciones en tendidos eléctricos, atropellos o las intoxicaciones. Con la premisa de disminuir la mortalidad no natural provocada por infraestructuras eléctricas, se está aplicando una instrucción de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal para el seguimiento y reducción de la mortalidad no natural de avifauna provocada por infraestructuras eléctricas peligrosas. Es imprescindible mantener la línea de trabajo seguida hasta el momento, tratando de identificar la causa de cada una de las muertes y priorizando la modificación de tendidos peligrosos.
Resultados anteriores
El milano real es una especie que ha sido objeto de censos nacionales en los inviernos 1993-1994, 2003-2004 y 2013-2014, y desde el año 2016 la Junta de Castilla y León realiza un seguimiento anual de los dormideros de milano real en el ámbito territorial de la Comunidad.
La población de milano real invernante en Castilla y León incluye tanto a la población reproductora como a migrantes procedentes fundamentalmente de las poblaciones que nidifican en Europa central.
Hasta la fecha, el anterior censo completo ejecutado en Castilla y León coincidiendo con un censo nacional se realizó en 2014. Durante ese año se registraron 25.300 ejemplares en todo el territorio de la Comunidad, con un máximo en Salamanca de 5.925 milanos, seguido de Zamora, con 4.212, y un mínimo en Soria de 368 individuos invernantes detectados.
El análisis de la tendencia general de la población invernante de milano real en la Comunidad muestra que se mantiene prácticamente constante en los últimos años, aunque en 2024 se ha alcanzado el máximo en el presente siglo.
El seguimiento anual que se realiza en buena parte de la distribución en Castilla y León permite detectar pequeñas variaciones en función del número de aves procedentes de las poblaciones del resto de Europa. Además, teniendo en cuenta la flexibilidad de las aves para establecer sus dormideros, este seguimiento permite controlar de manera regular la ubicación de los principales para cada provincia, garantizando así que los resultados de los censos sean comparables año tras año.