Protocolo para reducir contagios en alojamientos rurales
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha difundido un protocolo para reducir el contagio por el coronavirus en alojamientos rurales, un documento en el que figuran medidas a aplicar con el personal, los clientes y de cara al propio establecimiento.
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Con esta guía, elaborada entre la Secretaría de Estado de Turismo en coordinación con el Ministerio de Sanidad, pretenden aportar una “herramienta para ayudar a los alojamientos rurales a identificar y analizar los riesgos en sus establecimientos, así como a implementar las mejores prácticas en el servicio, en sus instalaciones y con su personal para hacer frente al virus”, aclaran en el texto.
Entre las directrices y recomendaciones está la creación de grupos de trabajo para definir estrategias y toma de decisiones para minimizar riesgos higiénico-sanitarios por el virus, así como la recomendación de prever la falta de recursos materiales o la limitación de servicios a causa de las restricciones que puedan sufrir.
Para los empleados, especifican la necesidad de facilitarles el lavado de manos con agua y jabón o desinfectante, difundir pautas de higiene del establecimiento y de los trabajadores, proporcionar equipos de protección o respetar las distancias de seguridad interpersonal.
De cara a los clientes, recomiendan facilitarles cartelería con las medidas preventivas implantadas en el centro y las pautas a seguir, indicaciones de posiciones respetando la distancia de seguridad o información sobre teléfonos de emergencia.
Sobre los establecimientos, recomiendan por ejemplo una mayor desinfección con productos “de probada eficacia” en comparación al criterio habitual, la ventilación diaria y preferiblemente varias veces por día, el uso de dispensadores de papel de secado o secador de manos en los aseos en vez de toallas o la limpieza de paredes, suelos, techos, espejos, muebles y ventanas.
En la elaboración del texto han participado las comunidades autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), agentes sociales, asociaciones sectoriales, expertos y la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (Aespla), todos ellos coordinados por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), entidad a la que la Secretaría de Turismo encargó la labor.
Esta guía se suma a otras similares que se han desarrollado por sectores, como albergues, hoteles, museos, restaurantes o campos de golf, entre otros.