C´s apunta la gestión politizada de las cajas como causa de su crisis

El procurador de Ciudadanos, Manuel Mitadiel, que ha ejercido de presidente de esta comisión de investigación desde su constitución en las Cortes de Castilla y León, ha sostenido hoy en una rueda de prensa que, aunque la mayor parte de los comparecientes atribuyeron la crisis de las cajas a la "burbuja inmobiliaria" y que este fue un "elemento decisivo", esto podría haberse compensado con una menor influencia de los políticos y los representantes sindicales en los órganos de gobierno de las cajas.

A pesar de que, en palabras del procurador de Ciudadanos en este proceso de desaparición de las cajas de Castilla y León "no se salva nadie", ha recelado de acudir a la Fiscalía con estas conclusiones, ya que el secreto bancario concede reserva a algunos documentos que ve claves para sustentar acusaciones que quedarían en "meras especulaciones" si no cuentan con ellos.

En un extenso documento de propuesta de conclusiones, Mitadiel ha lamentado la falta de autocrítica por parte de quienes dirigieron las cajas en sus últimos años de existencia, que en su opinión realizaron una gestión "absolutamente alejada de la prudencia financiera" y que no fueron contrapesados por unos organismos de supervisión -Junta de Castilla y León y Banco de España- que "incumplieron sus obligaciones".

Mitadiel ha destacado que entre 2009 y 2012, el importe neto del patrimonio perdido por las cajas de ahorros de la Comunidad ascendió a 4.189 millones de euros, 525 millones más si se añaden las ayudas del FROB que el Banco de España califica como "no recuperables".

Este es, en opinión del procurador de Ciudadanos, el resultado financiero de una crisis que se gestó durante años, sin que en el momento en que empezaran los problemas fructificara el intento de la Junta, acordado con el PSOE, para fusionar las seis cajas de ahorros de la Comunidad.

"No quisieron perder su cuota de poder hasta que la situación financiera de las entidades y la presión del Banco de España les obligó a ello", ha resumido Mitadiel en sus conclusiones, que critican también la falta de transparencia en los procesos de fusión con entidades de fuera de la Comunidad que posteriormente acometieron y que, en su opinión, tuvieron más que ver con "intereses personales de los directivos" que con el bien de la entidad.

Mitadiel ha llegado a afirmar en su escrito que "el comportamiento del entorno de las Cajas puede ser calificado, en numerosos casos, de rapacidad, pensando que la solidez y solvencia de las cajas estaba a prueba de gastos en consejos de administración en Nueva York, cursos de formación en la Patagonia o Venecia, con regalos de collares de cristal de murano, conciertos de piano a 150.000 euros cada uno, sueldos de cientos de miles de euros, prejubilaciones millonarias, e inversiones irresponsables impulsadas por la megalomanía o las relaciones personales".

Para el representante de Ciudadanos, ante esta tesitura "ni los gestores ni los órganos directivos tenían nivel para adoptar medidas de corrección y gestión de la crisis", con un proceder inversor que "no tenía una lógica económica, en algunos casos impulsadas políticamente, y condicionadas a los intereses de los grupos representados en sus órganos".

Los problemas se acrecentaron, en opinión de Mitadiel, porque "los directivos cometieron gravísimos errores de gestión en los años de expansión", con operaciones e inversiones que "no soportaban un análisis de riesgos".

"No hubo control ni transparencia en el tema retributivo", ya que los sueldos percibidos por los directivos "no guardaban relación con el estado de solvencia y resulta escandaloso el incremento realizado cuando ya se evidencia el problema de solvencia de las entidades".

Para Mitadiel, "las entidades navegaban con inercia propia en un entorno muy hostil sin la debida gestión y con un control a todas luces deficiente, eran herramientas al servicio de grupos de interés muy politizados".

El procurador de Ciudadanos ha insistido en la idea de la politización al afirmar que "los tentáculos políticos al servicio de intereses ajenos facilitaron un expolio hasta que se hizo palmario, e incluso en ese momento la autoridad de control permaneció al margen".

Sobre las entidades que debían velar por la correcta gestión de las cajas, el Banco de España y la Junta de Castilla y León, Mitadiel ha sido crítico con su papel "negligente".

En el caso del Ejecutivo autonómico, ha lamentado que delegara en el Banco de España una supervisión, para limitarse a "conseguir Consejos de Administración afines y a intentar que las cajas cumplieran algunas de las funciones de un banco público".

Para Mitadiel, tanto los partidos como los sindicatos representados en los consejos de administración "han sido corresponsables en la crisis y desaparición de las cajas al consentir y dar cobertura a comportamientos alejados del sentido común y la ética, retribuciones disparatadas, prejubilaciones millonarias e inversiones temerarias".