TRIBUNA / Manual de elecciones y a darse prisa
Ángel Coronado incide en este artículo de opinión, al hilo de las dificultades que encuentran en Soria las personas con movilidad reducida, de la agenda de prioridades de la ciudad, que parece seguir la tendencia de imitar a las grandes.
Los sindicatos llaman a patronal a mejorar salarios
TRIBUNA / Despierta, sorian@!
TRIBUNA / Manual de elecciones y a darse prisa
Para poner las cosas en su sitio les recomiendo lean el artículo firmado por Loli de León y titulado “Soria no es para personas con movilidad reducida” y publicado en este medio ayer, día 29 de Abril de 2023.
La primera cosa a poner en su sitio es que lo que se nos dice en el citado artículo, por desgracia, es común en muchas ciudades entre las cuales Soria se cuenta.
Lo segundo es que su número se reduce un tanto si tenemos en cuenta el restar del mismo las ciudades a las que dicha cuestión no les importa, entendiendo como tales aquéllas que ni lo mencionan y entendiendo que la simpleza de no mencionarlo responde a lo dicho: la cuestión no les importa.
Lo tercero es que seguimos teniendo un número de ciudades que se nos antoja un tanto elevado por lo que vamos a seguir echando ciudades fuera, como aquéllas que mencionan el problema que ahora tratamos, pero pensando que hay cosas más importantes y sintiéndolo mucho, dicen, priorizan, y echan fuera los problemas menos importantes como (dicen es), el de marras.
Lo cuarto es que todavía nos pesa el fardo de ciudades que llevamos a cuestas como para pensar que ya está bien. Todavía no está bien porque vamos a sacar del mismo un número de ciudades enormes enorme. Eso que decimos pasa en todas las ciudades en las que, voy a decirlo aunque por un momento me aparte de la idea fundamental que sigo, pero no para abandonarla sino para coger fuelle y seguir atendiendo de paso a otra cosa que también me interesa como es lo de la cosa Vacía y o Llena, porque para aligerar este saco que llevo encima me tengo que quitar todas las megápolis y las macrociudades de cualquier sitio y quedarme tan solo con las más pequeñitas. Excuso decirles que para el quinto número que ahora toca, este saco será otra cosa. Solo con quitarme Calcuta, Nueva York y Madrid voy que chuto.
Quinto. Lo primero decirles que en efecto, este saco ya es otra cosa. Y además promete seguir siéndolo, porque urge decir que son tantas y tan enormes las regiones del mundo vacías que lo de la España Vacía y/o Llena se minimiza sin que por ello pierda importancia. Y además ocurre que la diferencia entre la cantidad, lo que es cuantitativo aunque sea pedante decirlo así, frente a lo bueno, lo cualitativamente cualitativo, pedante y reiterativo además, cobra toda su importancia, porque la idea que verdaderamente me interesa destacar aquí junto a la que me acaba de desviar una pizca hacia Llo de la España Vacía, tienden a unirse como las vías del ferrocarril en una recta, allá lejos, en el infinito.
Lo sexto es que acabamos de llegar a Soria a la estación del Cañuelo después de tres horas y además en autobús, porque desde Medinaceli a Soria están arreglando las vías y sin embargo tenemos una autopista que no digo que nos sobre, que no, que no nos sobra, pero aprovechando la ocasión me permito recordarles el punto tercero de los corrientes en el que se toca la cuestión de priorizar para que ustedes mismos prioricen y comprueben lo importante que es priorizar.
Lo séptimo es darles la noticia de que después de tres horas llegamos por fin a la estación del Cañuelo, Soria (el autobús, como si fuese un tren, nos deja en el Cañuelo), yo diría que capital de la España Vacía con el permiso de Teruel y con el de toda otra Capital que lo estimase oportuno
Octavo. Arrancamos de nuevo con ciudades tipo Soria en las que a pesar de ser pequeñas quieren imitar a las grandes haciendo guiñol, como tanto destaca Soria en ello.
Observo que ahora todo el mundo pequeñín no es que quiera ser mayor, lo que de siempre ha ocurrido, sino que lo manifiesta de una forma muy ostentosa y particular. El niño le dice a la niña que calle y se pelea por eso y la niña se pinta las uñas de las manos y los pies. A Soria le pasa igual, le gusta parecer grande a la muy granujilla. En sus autobuses por ejemplo, y no sigo porque ya entro de lleno en esa manía de las megápolis de olvidarse de cosas impotantes. De nuevo me remito al punto tercero, porque a Soria encanta parecer mayor olvidándose del problema que nos anima en todo esto de ahora. Se ha creído que olvidarse de ello la empuja y crece en edad, saber y gobierno de forma veloz y sobre todo gratis. Incluso llega a decirnos en el panfleto con el que pretendía cruzar el semáforo electoral en rojo, inocente criatura, inocente granujilla jugándose la vida, que pretende dar continuidad a los carriles bicis de la ciudad, cosa loable en sí pero que fíjense ustedes, favorece a personas que serán pequeñitas de triciclo , bicicleta o patín, pero que inciden en olvidarse de la cuestión esencial que nos tiene anclados aquí, punto octavo quedándonos todavía otros dos.
Punto noveno. Me remito al título y al preámbulo del presente artículo
Punto décimo: Hemos terrrrrrrrrminado.
Fdo: Ángel Coronado