Taronji culmina su aventura de 900 kilómetros en el Duero
Es el primer hombre que realiza esta travesía en paddle surf
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El periodista y aventurero Quico Taronji ha cumplido su reto. Ha cubierto los 900 kilómetros del río Duero, desde su nacimiento a su desembocadura, a bordo de una tabla de paddle surf. Es el primer hombre que lo hace en el Duero... y en invierno.
Partió desde Duruelo de la Sierra, el primer pueblo que atraviesa el Duero, el 6 de febrero, y ha llegado el 23 de marzo a Oporto y a la desembocadura del río en el océano Atlántico.
Mes y medio con noches al raso, frío (mucho frío), lluvia, viento, nieve, niebla; rápidos, rocas, saltos, azudes, presas, esclusas, troncos, obstáculos, precipicios, mosquitos, ratones; caídas, leñazos, golpes, heridas, cortes, arañazos, uñas partidas, quemaduras, móviles al carajo...
Pero también, según relata el propio protagonista en las redes sociales, cielos cuajados de estrellas, amaneceres, atardeceres, lunas, cascadas, cauces generosos, viñedos, selvas; encinas, pinos, sabinas, secuoyas, flores hermosas; nutrias, corzos, ánades, patos, búhos, águilas, martines pescador, mamá jabalí con sus crías; torres mochadas, monasterios, fortalezas, yacimientos, iglesias, palacios...
Y sobre todo, y por encima de todo: gente. Gente ufana, fuerte, sensible, hospitalaria, sana y maravillosa...
"El Duero es una sierpe mitológica, caprichosa, inmortal; sus hombres y mujeres jalonan el milagro. Sin ellos (y sin los que habéis apoyado desde la distancia), yo no podría haber sido en este río. El primer descenso del Duero en paddle surf es muy vuestro. Totalmente vuestro. Gracias a todos de corazón. Fuerza y honor!", ha agradecido.
Ha sido una aventura pura y dura, porque ha realizado este reto en solitario y sin asistencia, con 30 kilos de material a bordo, durmiendo al raso seis de cada siete días de la semana en lo más duro del invierno, empezando en Soria.