"Soy torero por necesidad interior, no por ser figura"
Gaya Nuño, personaje único
Date el gusto
Rubén Sanz está convencido que si liga los pases que lleva dentro en la plaza de El Burgo de Osma, cortará trofeos. En cualquier caso, lo principal -sentirse torero- ya lo ha conseguido.
En el escalafón taurino ¿Triunfa sólo el que se arrima?
No es justo decir que sólo está José Tomás y los demás. Yo también diría que están Aparicio, Morante y los demás. Cada uno tiene una forma de ver la fiesta nacional. A mí me gusta otra forma de torear que la de José Tomás. Toreo como lo siento y me gustaría pensar que con clase y con calidad pero eso no soy yo quien lo tiene que decir.
¿Qué hay que tener para llegar a figura?
Hay tres cosas: el valor, la cabeza y el arte. Para ser torero hay que tener de una mucho, y de las otras dos un poco. Para ser buen torero, hay que tener de dos mucho y de la otra, un poco. Y para ser figura, de las tres, un montón. Y es casi imposible.
¿Qué representa la figura de José Luis Palomar?
Ha sido para mí el ídolo que he tenido cuando era pequeño. Y mi referente a la hora de ser torero. Encima tuve la suerte de que cuando empezaba fue él quien me ayudó a dar los primeros pases. Repetir sus éxitos es muy difícil. Su concepto del toreo es diferente al mío. Yo quiero ser torero no para ser figura sino porque es una necesidad interior. Pero está claro que lo que ha sido es casi un milagro.
Ha dedicado su vida entregado a su vocación ¿Qué hará ahora que es torero?
De momento, lo único que tengo en la cabeza es que tengo otra oportunidad de sentirme torero. Es en El Burgo de Osma el 15 de agosto. Mientras me salgan cositas, es lo que más me gusta. No cometo ningún delito e intentaré seguir toreando.
¿Delante de un toro hay tiempo para pensar?
Si no piensas, vas mal; es la única forma de aprovechar las condiciones que tenga el toro y tus propias cualidades. Si no piensas, estás a merced del toro.
¿Durante la lidia se siente miedo?
Depende del toro. O el miedo se te quita y pasas a disfrutar. O se acrecienta el miedo. Depende de si eres capaz de dominar el toro. Nunca sabes a ciencia cierta si te va a obedecer. Se intuye por las reacciones, por la mirada...
Las cornadas ¿son inevitables?
Las cornadas sabes que tarde o temprano te va a tocar. Pero todo merece la pena por torear. Es algo asumido. Quien torea, sabe que los toros cogen y hacen daño.
de origen
Desde los cinco años
Rubén Sanz (Soria, 20 de septiembre de 1978) ha cumplido a los treinta años el sueño que siempre persiguió desde pequeño: ser torero. A los cinco años, cuentan los cronistas, se puso delante de una becerra en una improvisada plaza instalada junto al puente del Duero. Desde entonces fue acrecentando su vocación. El 22 de agosto de 1993, con quince años, mató su primer becerro. Y hasta hoy, quince años después, ha matado más de trescientos animales.
A Rubén, que quiere ser torero
Algún día Rubén, serás torero
Y un río de alamares y monteras
Te arrastrará en la arena del albero
La tarde de
un Domingo de Calderas.
En el río ideal del paseillo
Un terno lucirás, de grana y oro
y, al son de un pasodoble, muy sonoro
se alegrará tu rostro de chiquillo.
Pondrá el amor de femeninas manos
Seda, en tu capotillo, engalanada
Por sutiles primores artesanos.
Y, en hilos de oro y plata, irá bordada
La imagen del patrón de los sorianos
Con pétalos de luna y madrugada.
Poema dedicado por Julio Herrero Ulecia, Julio Arévaco