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Enclave de Agua: récords y controles

El Ayuntamiento de Soria ha resaltado la gran afluencia de público a la última edición de Enclave de Agua, que ha batido récord. El concejal de Cultura, Jesús Bárez, ha avanzado la necesidad de establecer controles, aunque ha rechazado fijar un precio por entrada.

Aunque no ha sabido precisar el número de personas que han acudido al festival de música afroamericana durante este fin de semana, ha asegurado que se han superado “con creces” las ediciones anteriores en presencia de público.

“La percepción es que, si otros años hablábamos de 30.000 personas, de 35.000, creo que han sido muchísimas más, pero no sabría decir la cantidad”, ha señalado.

Bárez ha subrayado que el festival está creciendo y se están quedando pequeñas la capacidad hotelera de la ciudad y los propios espacios se están saturando.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en Soria capital hay 1.323 plazas hoteleras estimadas, repartidas en 698 habitaciones y 29 establecimientos.

Por ello ha asegurado que se tienen que plantear la posibilidad de ver “cómo podemos no morir de éxito y hacer que siga siendo un festival agradable, acogedor, para todos, pero al mismo tiempo tengamos un cierto control”, ha señalado.

Bárez ha avanzado que a lo mejor hay que pensar en alguna ampliación, “ya veremos cómo”, y todo pasa por un estudio detallado y serio de la evolución del festival.

Además ha rechazado que, para conseguir ese control, se fije una entrada “simbólica” al festival, porque cambiaría la dinámica social y del público “en unos niveles increíbles”.

“Dejaríamos de ver niños, de tener acceso libre a la cultura y al placer. Establecer entradas, lleva a poner cerramientos y controles de seguridad y vigilancia que a lo mejor te cuestan más que lo te da de sí el acceso sin más de la gente y lo que genera de riqueza a la ciudad”, ha argumentado

Para Bárez, el control será difícil establecer y quizá lo que habrá que hacer es buscar espacios complementarios para que la gente se pueda distribuir en más y no saturar los que ya hay.