De cuando Echanove resaltó que Soria tiene "mucho que decir" en las tapas micológicas
El actor Juan Echanove degustó hace cinco años las pequeñas delicias de la Semana de la Tapa Micológica de Soria, una provincia que, según resaltó entonces, tiene "mucho que decir" en esta materia.
Echanove, que recorrió varios establecimientos hosteleros de los 46 que participan en 2012 en la Semana de la Tapa Micológica, hizo suyas las palabras del restaurador Ferrán Adriá cuando aseguró que Soria "es la capital mundial de las setas".
El actor, que ha escrito libros de cocina y protagonizado reportajes televisivos en materia gastronómica como el realizado para RTVE "Un país para comérselo", en compañía del también actor Imanol Arias, calificaría a las setas como un producto único que da Soria y que, a su juicio, debería apostar por la sencillez y la gran calidad de su materia prima.
"Acabo de probar un plato de setas de cardo absolutamente delicioso y eran setas cocinadas con lo justo", resaltó.
En este sentido declaró que le había gustado comprobar que en la oferta gastronómica soriana también se está evolucionando y se intenta sorprender a los clientes.
En su opinión, la Semana de la Tapa Micológica debe servir para convencer al visitante "por los ojos" de que Soria tiene una oferta gastronómica del siglo XXI pero con raíces tradicionales.
La presidenta de ASOHTUR, Yolanda Santos, declaró que esperaba se alcancen las 50.000 tapas vendidas en la última edición, una cifra meritoria si se tiene en cuenta la situación de crisis económica que también vive Soria.
En esta edición, según destacó, los restauradores han podido contar con materia prima "fresca" gracias a las precipitaciones caídas en las últimas semanas en la provincia, que ha evitado recurrir, como sucedió el año pasado, a producto envasado.
Santos ha deseado que este evento gastronómico sirva para impulsar el micoturismo en la provincia.
Por su parte, el restaurador Millán Maroto, uno de los primeros que apostó por las trufas y las setas en su establecimiento soriano, valoraría como positivo el nivel conseguido en las tapas micológicas, aunque apuntaría que hay posibilidades de mejorar con una mayor planificación.