Un libro rescata la figura del militar liberal soriano Salvador Manzanares
Tras La flecha que me asignó Cupido (2017) y Dionisio Ridruejo, un soriano en el corazón del Estado (2025), el profesor José Andrés Alvaro Ocáriz ha escrito un nuevo libro de temática soriana. En este caso, acerca del militar liberal soriano Salvador Manzanares.
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La historia del liberalismo español está tejida con los nombres de grandes figuras políticas, militares y pensadores que, en condiciones adversas, apostaron por transformar un país anclado en el absolutismo en una nación de ciudadanos libres. Sin embargo, muchos de estos protagonistas han quedado relegados a los márgenes de la memoria colectiva.
Uno de ellos es Salvador Manzanares Fernández (1788–1831), un militar liberal soriano cuya vida resume, en buena medida, los ideales, fracasos y esperanzas del movimiento liberal durante la primera mitad del siglo XIX.
Nacido en la localidad de Bretún (Soria) en pleno reinado de Carlos III, y ejecutado en Estepona tras un intento desesperado de insurrección contra el absolutismo de Fernando VII, Manzanares representa la figura del héroe trágico cuya fidelidad a unos principios le condujo, finalmente, a la muerte.
En esta obra, el autor se ha propuesto rescatar del olvido la figura de Salvador Manzanares, reconstruyendo su trayectoria vital e ideológica.
Se trata de una aproximación biográfica, histórica y crítica, que pretende situar al personaje dentro del complejo entramado político de su tiempo, pero también poner de relieve la dimensión simbólica de su acción: la resistencia liberal como acto de fe en la libertad frente al autoritarismo institucionalizado.
La vida de Manzanares se enmarca en un período especialmente convulso para la Historia de España: desde los últimos años del Antiguo Régimen hasta el fracaso de las expediciones liberales de la década de 1830. Fue contemporáneo de acontecimientos decisivos como la Guerra de la Independencia Española (1808–1814), el Trienio Liberal (1820–1823) y la posterior década absolutista, dominada por la represión, el exilio y las conspiraciones.
En cada uno de estos escenarios, Manzanares no fue un mero espectador, sino un actor comprometido que sufrió prisión, exilio y finalmente la muerte por mantenerse fiel a la causa constitucional.
Su historia personal es también la historia de una generación frustrada, diezmada por la represión, pero fundamental en la configuración del liberalismo posterior.
A pesar de ello, su nombre ha permanecido ausente de la mayoría de manuales de Historia general. Sólo algunos estudios o trabajos especializados en las expediciones liberales del sur de España lo mencionan brevemente.
Esta falta de atención historiográfica contrasta con la relevancia simbólica de su última acción militar en 1831, cuando intentó —junto con otros exiliados— tomar varias localidades del Campo de Gibraltar y la Costa del Sol, siendo finalmente capturado y ejecutado en Estepona. Este intento, aunque fracasado, anticipó el clima de insurrección que culminaría con la consolidación de un régimen liberal moderado.
Siete capitulos
La obra se estructura en siete capítulos, que abordan cronológicamente las etapas principales de su vida: su juventud; su participación en la Guerra de la Independencia y su cautiverio en Francia; el exilio forzado por su vinculación con la masonería; su participación en el Trienio Liberal; la posterior represión absolutista y su huida a Gibraltar; los preparativos y ejecución del intento insurreccional de 1831 y, por último, el legado y memoria de su figura.
EL propósito del autor del libro es reivindicar a Salvador Manzanares como un símbolo del compromiso liberal en tiempos de persecución, y también como un ejemplo de coraje político y fidelidad a unos ideales en una época de traiciones y oportunismos.
"Pretendemos no sólo llenar un vacío historiográfico, sino también contribuir a una comprensión más completa de la lucha liberal en España, reconociendo la pluralidad de sus protagonistas y las múltiples formas que adoptó la resistencia contra el absolutismo", ha subrayado.
Salvador Manzanares Fernández fue, ante todo, un hombre comprometido con las ideas de libertad y justicia que marcaron una época convulsa en la Historia de España. Nacido en 1788 en la localidad soriana de Bretún, su vida transcurrió en un contexto de grandes transformaciones políticas y sociales, desde el absolutismo decimonónico hasta las primeras olas de liberalismo que pretendían transformar el país.
Su ingreso en el ejército en 1805 coincidió con el estallido de la Guerra de la Independencia contra Napoleón, donde Manzanares vivió de cerca la brutalidad del conflicto y la fragilidad de las instituciones.
Su cautiverio en Francia y su posterior fuga son muestras del temple y la determinación que acompañaron toda su trayectoria.
Al terminar la guerra, el retorno del absolutismo supuso para Manzanares un duro revés. Fue perseguido por sus ideas liberales, lo que le obligó al exilio en Francia. Sin embargo, lejos de renunciar, continuó desde el extranjero organizando y promoviendo la resistencia contra el régimen autoritario de Fernando VII.
Su papel durante el Trienio Liberal (1820–1823) y, especialmente, en el exilio en Gibraltar y las conspiraciones contra la restauración absolutista, muestran un hombre que no sólo fue militar, sino también un ideólogo y líder político. La colaboración con compañeros como el general Torrijos fue clave en sus expediciones para intentar derrocar el régimen y reinstaurar la libertad constitucional.
Finalmente, su captura y ejecución en Estepona en 1831 fueron el trágico epílogo de una vida entregada a la causa liberal, pero también el inicio de un legado que perduraría en la memoria histórica española y en la lucha por la libertad.
Desde una perspectiva histórica, Salvador Manzanares representa la complejidad y las contradicciones del liberalismo español en su primera etapa. No fue una figura central en la política nacional ni alcanzó notoriedad en los grandes círculos de poder, pero su relevancia radica en encarnar la lucha provincial, popular y militar contra el absolutismo.
Manzanares no sólo combatió en el campo de batalla, sino que supo integrar la acción directa con la construcción de redes políticas clandestinas. Esto lo convierte en un ejemplo del liberalismo insurgente, que supo aprovechar tanto las armas como las ideas para desafiar a un sistema político opresivo.
Su figura ha sido reivindicada por historiadores liberales y modernos estudios académicos como una pieza clave para comprender la persistencia de las corrientes progresistas en España.
Su memoria sigue siendo fuente de inspiración para la historiografía y la cultura política contemporáneas.
Los ideales que defendió Salvador Manzanares Fernández —libertad, constitucionalismo, justicia, resistencia frente a la tiranía— mantienen una sorprendente vigencia en el contexto actual. Su lucha por la instauración de un régimen constitucional y la defensa de derechos políticos fundamentales resuenan en las sociedades democráticas modernas.
Además, su experiencia nos recuerda la importancia del compromiso individual y colectivo frente a las amenazas autoritarias y el retroceso democrático. Su capacidad para unir acción militar, compromiso político y valores éticos constituye un modelo para quienes creen en la defensa de la libertad desde todos los ámbitos.
En un mundo donde la democracia enfrenta nuevos retos, la memoria de figuras como Manzanares nos invita a reflexionar sobre la necesidad de vigilancia, coraje y perseverancia para preservar los derechos conquistados y ampliar la justicia social.
En definitiva, Salvador Manzanares Fernández no es sólo un personaje histórico, sino un símbolo atemporal de la lucha por la dignidad y la libertad. Su vida y obra continúan inspirando a generaciones que aspiran a construir sociedades más justas, libres y democráticas.
EL AUTOR
José Andrés Alvaro Ocáriz nació en San Sebastián. Realizó los estudios de Magisterio con la especialidad de Filología Francesa y posee la Licenciatura en Filología Hispánica.
Ha impartido la docencia durante veinticinco años en diversos colegios e institutos de Aragón, Barcelona, Navarra y País Vasco. Ha desempeñado diversas responsabilidades en el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra.
Ha escrito varios libros, ha formado parte de jurados de premios literarios, ha escrito artículos para prestigiosas revistas, y ha ofrecido unas trescientas cincuenta conferencias y recitales poéticos tanto a nivel nacional como internacional.
Libros publicados:
Celaya, esencial (2011); Antonio Tovar, el filólogo que encontró el idioma de la paz (2012); Luis Mariano, cien años, cent ans. (2014); El Gran Capitán. (2015); Sebastián Iradier. Si a tu ventana llega una paloma (2016); El Madrid de Blas de Otero (2016); La flecha que me asignó Cupido (2017); Los relatos navarros de Francisco Navarro Villoslada (2018); Trafalgar (2018); Yo, el conde de Aranda (2019); Vasco Núñez de Balboa, el español que descubrió un océano (2019); Cuatro escritoras, cuatro miradas de mujer (2020); Churruca. Elogio histórico (2020); La cereza de Milagro en la gastronomía (2020); Diego de León, conde de Belascoain: el último romántico (2021); Ramón de Campoamor, poeta y político (2021); Carlos, príncipe de Viana (2021); Benito Pérez Galdós y el ferrocarril (2021); Pío Baroja, el hombre que vino del mar (2021); Miguel Hernández, la voz truncada (2022); Yo, Pedro Ruiz del Castillo (2022); Sandor Petőfi, el poeta que murió por la libertad (2022); El exilio navarro en América: Amado Alonso García y Manuel García Sesma (2023); Presencia vasca en la Armada española (2023); La literatura española en el exilio: Agustín Argüelles Manso, un niño de la guerra asturiano en la URSS (2024), Dionisio Ridruejo, un soriano en el corazón del Estado (2025)