Los cuatro edificios de Soria incluidos en Lista Roja del patrimonio en 2023

Casa alta de los Carrillo Yáñez de Barnuevo, en Deza

Este gran edificio está emplazado sobre un pequeño promontorio rocoso, circunstancia que sumada a sus grandes proporciones hace que destaque sobre el caserío de la villa de Deza.
Sin protección específica, desafortunadamente su estado actual corresponde a una completa ruina, pues aunque los muros exteriores aguantan, al igual que algunas de las dependencias interiores, varios de los tejados están hundidos, situación que complica el acceso al mismo.

Atalaya de vigilancia y comunicación de la Cabeza de Enmedio, en Monteagudo de las Vicarias

En el término de Monteagudo de las Vicarías , tomando un pequeño desvío de la carretera que desde esta población conduce a la de Almaluez, a la altura de la balsa de las Navazas, se encuentra ubicada esta atalaya de vigilancia y comunicación, son protección específica, en el extremo de una muela conocida como “Cabeza de Enmedio”, con una cota de altitud de 911 metros y a una distancia aproximada del núcleo urbano de 5 kilómetros.

El estado de la atalaya es precario, debido al abandono y a la falta de mantenimiento de la misma, con el riesgo de que la ruina se acentúe y sufra un desmoronamiento de sus elementos por el socavamiento de la base del cubo macizo, habiendo aparecido una visible raja en el lienzo de muro al que se encuentra unido. Este riesgo de desplome se eliminaría con una sencilla obra de consolidación.

Torre de Moñux

Aunque la torre está datada en el siglo XIV, son diversos los indicios que apuntan a la presencia de una antigua fortaleza de origen musulmán, como son los restos de muros que se encuentran rodeando la garita, así como los que bordean el recinto más amplio que se distribuye en torno a este primero y los vestigios de un aljibe.
Construida a partir de una fábrica en mampostería, reforzada con sillares en las esquinas. Se estructura en tres niveles y conserva restos de un antemuro a su alrededor. Presenta igualmente una serie de ventanas labradas con arco de medio punto y una puerta en alto con una arcuación que parece ser de herradura, aunque en realidad es un medio punto deformado por las grietas de la obra.  La ausencia de almenas hace pensar que pudiera haber tenido una altura mayor. Desde la torre se tiene una excelente panorámica del campo de Gómara y la tierra de Almazán.

Se encuentra en un estado de deterioro muy avanzado con un inminente riesgo de desplome. En los últimos años se han producido varios desprendimientos de piedras de la parte superior, generando, además, gran inquietud entre los habitantes del pueblo, puesto que al pie de la torre se ubican viviendas. La situación se ha visto agravada por el impacto de varios rayos, que han agudizado el debilitamiento de la estructura. Ya se ha desprendido el tejado y desde el ayuntamiento de Moñux avisan de que probablemente en poco tiempo sucederá igual con las paredes.

Iglesia de San Bartolomé, de La Barbolla

La iglesia, bajo la advocación de San Bartolomé, fue erigida probablemente en el siglo XII, aunque después de tantos siglos de existencia su historial constructivo ha ido incorporando numerosos nuevos elementos.

Además de cierta homogeneidad tipológica, estas iglesias tienen en común la negativa repercusión que ha tenido sobre las mismas el despoblamiento al que se enfrenta desde hace décadas el conjunto de la provincia. En el caso de San Bartolomé, la pérdida de la actividad religiosa llevó al posterior cierre del templo. La diócesis de Osma-Soria retiró todo el mobiliario de cierto valor como las esculturas que decoraban los tres retablos, así como el retablo de la sacristía, condenando con ello definitivamente al edificio al abandono y al expolio: en el fondo de la nave se encontraban tres estelas discoidales medievales que se cree pudieron desaparecer en un robo acaecido entre 1999 y 2004.

Se trata de una iglesia de modestas proporciones y sencilla en su construcción, acorde a las características de la arquitectura románica rural. El templo, de nave única, se levanta en mampostería, a excepción de los esquinales y vanos, realizados con sillería. La nave termina en un ábside semicircular orientado hacia el este, mientras que la portada se ubica en el muro sur, protegida por un humilde portal. Adosados al edificio se encuentran una sacristía al norte, cuya techumbre se desprendió años atrás; al sur una huesera y, por último, la espadaña de doble campanario, por el flanco occidental.