Oncala anuncia la Navidad
Oncala, con apenas una veintena de vecinos en invierno, ha recibido este sábado a más de tres mil personas, que han acudido a la llamada de la décimo tercera edición de la Feria del Acebo y el belén viviente, escenificado por cerca de un centenar de voluntarios.
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La Mancomunidad de Tierras Altas ha recuperado este año esta convocatoria que tradicionalmente marca la cuenta atrás de las fiestas navideñas en Soria y que según la técnica de la Mancomunidad de Tierras Altas, Raquel Soria, es una “cita obligada” en el calendario festivo de la provincia.
Soria ha señalado que los sorianos acuden hasta Oncala, situada a una treintena de kilómetros de la capital, a comprar acebo, hacer las rutas senderistas, participar en los talleres y presenciar el Belén viviente.
“Cada año más los sorianos somos de poner acebo en nuestras casas”, ha resaltado.
Además ha subrayado que la convocatoria de la feria del acebo busca promocionar esta comarca soriana, una de las más despobladas de España, con menos de un habitante por kilómetro cuadrado.
La feria potencia el acebo como referente turístico y también como un recurso para la comarca de Tierras Altas, tanto en el plano de promoción turística como en el aspecto económico.
Una veintena de expositores han demostrado las diferentes utilidades del acebo como adorno navideño así como la riqueza gastronómica de esta comarca soriana, la más ligada a la trashumancia en la provincia.
Los vecinos de Oncala han decorado con acebo las puertas de sus casas y patios para escenificar alguno de los oficios que antaño dieron vida al pueblo, cuando llegó a tener 250 habitantes y era uno de los municipios de Tierras Altas con mayor censo ganadero, a mediados del siglo XX, entre 8.000 y 10.000 cabezas.
Oficios
Los pastores, la cantina, el herrero, la posada, la sastrería, las lavanderas, la escuela, el escribano, el trasnocho... personajes y escenas que son historia en Oncala, se han revivido esta tarde merced a la colaboración de los voluntarios.
Entre las escenas recreadas se encuentra la del trasnocho, en la que las mujeres pasaban largas horas nocturnas tejiendo ropa, a la luz de las velas, y hablando, para hacer más corto el invierno, a la espera del regreso de sus maridos trashumantes desde las tierras más cálidas del sur.
Tras la recreación de los oficios, José y María, interpretados por Víctor –que lleva desde el inicio del Belén, y Carmen, una sevillana con orígenes en Oncala que se ha estrenado, han recorrido las calles de piedra de este pueblo cuando ha caído la noche, para dirigir sus pasos hasta el portal diseñado en el centro del pueblo.
La idea de organizar un Belén Viviente surgió con la intención de animar más la Feria del Acebo y, con el paso del tiempo, se ha convertido en un auténtico producto turístico por sí mismo.