Once personas, procedentes de diferentes puntos de España, viven este fin de semana el oficio de pastor trashumante, en la iniciativa impulsada por la Mancomunidad de Tierras Altas de Soria, que conduce un ganado de 1.300 ovejas por la cañada oriental soriana.
La trashumancia fue hasta mediados del siglo XX el sustento de la comarca de Tierras Altas, que alberga hoy a 1.600 habitantes empadronados en dieciséis municipios -con menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado-, y ha quedado hoy reducido a la presencia testimonial de dos ganaderos trashumantes.
Uno de ellos es Ricardo Pérez, natural de Navabellida, que conducirá durante este fin de semana hasta Oncala el ganado de 1.300 ovejas tras transportarlo en camiones desde Trujillo (Extremadura).
"Como oficio es malo, pero lo hemos hecho toda la vida y a algo hay que dedicarse y cuanto te gusta y es tuyo, lo haces a gusto aunque sea muy sacrificado. Con el ganado, si quieres sacar algo, hay que estar todos los días", ha señalado.
El ganadero ha señalado que es complicado atraer a jóvenes a la ganadería y más a la trashumancia, porque "tiran más" a la agricultura o a la ganadería de vacas o granjas porcinas.
La trashumancia está extendida en España, según ha resaltado, pero sigue siendo un oficio en franca regresión para el esplendor que tuvo hace siglos, con el Concejo de la Mesta.
"De donde más bajan hoy en día es de la parte de Teruel y de Cuenca", ha reconocido.
Santo y seña
La agente de desarrollo rural de la Mancomunidad de Tierras Altas, Raquel Soria, ha señalado que el principal objetivo es reivindicar el papel de una actividad que es el santo y seña de Tierras Altas y reconocer a los pastores que todavía se mantienen y los mayores que durante tantos años realizaron el camino.
Además se quiere difundir este oficio y que se convierta en un reclamo turístico para una comarca deprimida como la de Tierras Altas.
"Cada vez la gente busca no sólo ver sino experimentar y vivir de cerca y sentir. Y ésta es una buena ocasión para ello", ha subrayado.
Los participantes tienen ocasión durante este fin de semana de recorrer a pie, junto al rebaño, medio centenar de kilómetros por la cañada oriental soriana y comprobar y colaborar, día a día, las tareas que tienen que realizar los pastores trashumantes.
Además, el domingo se celebran en Oncala, pueblo merinero por excelencia de Soria, unas "ovejolimpiadas", unas competiciones lúdicas donde se practican las actividades cotidianas de un pastor, desde echar de beber al ganado hasta acarrear sacos.
Orgullo merinero
El alcalde de Oncala, Martin Lasheras, ha subrayado que estas jornadas sirven para revivir la esencia económica de un pueblo donde hoy apenas viven en invierno una quincena de personas y que, en su mejor momento, tuvo un centenar de familias que vivían en torno al ganado trashumante.
Uno de los participantes en esta jornada, Iñaki Sola, que ha llegado desde Bilbao, ha destacado la experiencia que se vive en esta jornada.
Por su parte, los jóvenes Santiago Gutiérrez y María José de Castro, de Vigo y Santiago de Compostela, han resaltado a EFE que la experiencia les sirve para acercarse a la cultura trashumante, una oportunidad que se sale del turismo y los circuitos cerrados, donde "no hay acceso a la cultura de la gente".
"No es una vivencia cualquiera, sino que tiene la garantía de la tradición y no es un espectáculo montado ex profeso para el turista", ha señalado.
Las ovejas han sido recibidas hoy en el Cañuelo de Soria, cerca de la estación ferroviaria, tal y como se hacía antiguamente, para atravesar después Soria capital, por la Cañada Real Soriana Oriental -la de mayor recorrido de toda España con una distancia de 800 kilómetros-, camino de Tierras Altas, donde llegarán el domingo a Oncala.
Durante la época de esplendor de la Mesta, la comarca de Tierras Altas acogió a 150.000 ovejas trashumantes, reducidas a menos de 8.000 en la actualidad.
Once personas, de diferentes puntos de España, viven el oficio de pastor trashumante en Tierras Altas
