Óscar Soto: "Es lo que nos hace falta, que nos pongan en el mapa"
El propietario de la casa rural "Camino de La Fuentona", de Cabrejas del Pinar, Óscar Soto, no sale hoy todavía de su asombro tras acoger durante este fin de semana en su establecimiento al primogénito del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y a su nieto.
Una treintena de jóvenes en curso de monitor de tiempo libre
La Cuerda del Pozo roza el 80 por ciento de su capacidad
"Esto te pasa una vez en la vida y he tenido muchísima suerte", ha resaltado hoy.
Trump ha cazado durante el fin de semana en un coto privado de Muriel de la Fuente, pueblo vecino de Cabrejas del Pinar, que cuenta con una superficie total de 3.128 hectáreas.
El establecimiento lleva quince años en marcha y acoge sobre todo a turistas que vienen a conocer parajes naturales como la Laguna Negra, la Fuentona y el Cañón del Río Lobos, situados a apenas media hora, y que reflejan "que tenemos una provincia extraordinaria".
Entre su clientela no proliferan los cazadores y cuando el viernes, por la noche, llegó Donald Trump junior, con una comitiva formada por 17 personas de seguridad, para practicar durante el fin de semana una de sus aficiones (la caza), la sorpresa fue mayúscula.
Soto ha deseado que la visita se repita, no ya en su establecimiento sino en cualquier otro de la provincia, porque "es lo que nos hace falta, que nos pongan en el mapa"
"Cuando te hacen la reserva no te dicen quien viene. La sorpresa que hemos tenido es con la calidad humana que tiene; él y el niño de 10 años y también los agentes del servicio secreto norteamericano", ha apuntado.
El propietario del establecimiento, que apenas ha dormido tres horas durante el fin de semana, se entendió con él en castellano y "estuvo siempre muy amable y preocupándose como estábamos nosotros y nuestro hijo".
En este sentido ha recordado, como detalle, que se quitó las batas llenas de barro a las puertas del establecimiento "y esto no lo ves normalmente".
"Fue muy amable, siempre muy cercano y con una sonrisa. Le encanta la naturaleza; horas y horas que se tiraban en el monte y han tenido un mal fin de semana en cuanto al tiempo, con granizadas y nevadas", ha subrayado.
Soto ha recibido una "pequeña bronca" de sus hijas mayores, que residen en Soria capital, porque no se han enterado de la visita del hijo del presidente de los Estados Unidos hasta que éste no se ha ido el lunes.
Trump y su comitiva no pidieron nada especial en las comidas y disfrutaron de lo que les sirvieron en la mesa, según ha señalado Soto.
"No nos exigían nada. Todo lo contrario. Y siempre preguntándonos que tal estábamos porque veía que no parábamos, porque les hemos atendido mi mujer y yo durante todo el fin de semana. Era prácticamente servicio 24 horas, porque los agentes hacían turnos", ha recordado.
