Marta Pérez destaca el legado del traslado del arca
Los vecinos de Almarza y San Andrés de Soria han renovado hoy, como cada 6 de enero desde hace casi siete siglos, la tradición del traslado del arca, que contiene los documentos los documentos de una dehesa boyal que comparten y resalta su identidad.
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Marta Pérez, invitada especial en el traslado del arca
La atleta soriana Marta Pérez, campeona de España en 1.500 metros, que ha sido la invitada especial en esta edición del traslado del arca, ha resaltado el atractivo natural y la biodiversidad de la zona en la que se asienta la dehesa boyal, a los pies del puerto de Piqueras, que ofrece posibilidades de ocio y deporte, aunque duela comprobar que muchos días de invierno faltan casas repletas de vida.
"Inevitablemente me siento tremendamente pequeña ante esta arca. 25 años son insignificantes frente a casi 700. Y, sin embargo, mis jóvenes ojos se dan cuenta con solo mirarla de que encierra mucho más que una centena de documentos relativos a la gestión y explotación de la Dehesa de la Mata", ha señalado.
Pérez ha defendido la importancia de mantener las tradicionales, fundamentales para los propios habitantes, ya que la cultura es parte fundamental de la identidad, "es la base sobre la que se asientan nuestros pies y sin ella es imposible que echemos a andar".
Además ha lamentado que los jóvenes sorianos se acostumbran pronto al movimiento constante, debido a la falta de oportunidades académicas y laborales, pero siempre con una pierna anclada al suelo de la tierra soriana, "porque nuestra identidad huele a roble, a haya, a caldereta de cordero, a anis y rosquillos, se asienta sobre nuestra cultura, nuestra historia y nuestras tradiciones".
Por su parte, la alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, ha resaltado en su discurso la ilusión de la celebración del traslado del arca que une a San Andrés de Soria y Almarza y el legado patrimonial, histórico, cultural y natural dejado por las generaciones precedentes.
Pérez ha resaltado que la fiesta del arca debe servir para reflexión interna, haciendo balance de lo realizado pero sobre para pensar en futuro, "porque nuestros pueblos lo tienen", a pesar de que a veces se caiga en el desánimo por las circunstancias que envuelven a la provincia de Soria.
"A la falta de interés y ayuda recibida, Soria es la gran olvidada. Infraestructuras, incentivos, tratamiento excepcional tiene que ser nuestra reivindicación constante", ha apuntado.
Pérez ha reconocido la labor que realiza la Plataforma Soria ¡Ya! elevando la voz de los sorianos.
La teniente-alcalde de Almarza, Laura Díez, ha reclamado implicación de todos durante el año para reaccionar y ser pro-activos de las grandes ideas e iniciativas, "y que unas veces por pereza y otras por vergüenza no nos atrevemos a compartir".
Además ha pedido empatizar más con la gente que está cerca y ponerse en el lugar del otro antes de hacer una crítica fácil y ser más sensible con las cosas y personas que nos rodean, "porque todos somos necesarios".
La tradición del arca rememora un contencioso secular mantenido entre estas dos localidades asentadas a los pies del puerto de Piqueras, al norte de la provincia de Soria, posiblemente por el uso de pastos en las dehesas colindantes.
Cuando se dio por zanjado el pleito, un arca con dos cerraduras conserva desde entonces pergaminos, ordenanzas y privilegios.
Los años impares corresponde su custodia a San Andrés de Soria y los pares a Almarza, hasta el 6 de enero, Día de Reyes, fecha en que los vecinos de ambos pueblos se encuentran, como han hecho de nuevo este año, en el paraje de Canto Gordo, situado a la misma distancia de ambas localidades y donde todos -en número próximo a los medio millar de vecinos- han comprobado que los documentos están en perfectas condiciones, antes de volver a cerrar el arca, quedarse cada uno con su llave y conducir el arca a buen recaudo para su custodia durante un año.
El arca de roble, según el inventario realizado en el año 2002 por el Archivo Histórico Provincial de Soria, contiene 107 documentos y cuatro sellos de plomo pertenecientes a los cuatro reyes que concedieron los privilegios sobre la gestión de la dehesa de la Mata y la propiedad de la ermita de los Santos Nuevos y que figuran en sus correspondientes legajos.
El documento más antiguo, fechado en el año 1329, es el primer privilegio dado por el rey castellano Alfonso XI, por el que cedía el uso exclusivo de una fértil dehesa -la de la Mata- a los pueblos de Almarza, San Andrés de Soria, Cardos y Pipahón -éstos dos últimos ya desaparecidos-, como premio a los hombres de estas tierras que le acompañaron en la batalla y demostraron su nobleza y lealtad.