Muestra sobre los grabados taurinos de Goya
La Fundación De Blas-Villodres ha inaugurado en el centro cultural San Agustín una muestra sobre "La Tauromaquía, la pasión de Goya".
Adjudicado plan director del castillo de Gormaz
VI Jornada de Emprendimiento e Innovación
La exposición forma parte de las actividades culturalws de la XXXIV edición de los cursos de Verano de la Universidad Santa Catalina.
La exposición ha sido inaugurada ayer viernes con la presencia del alcalde, Antonio Pardo; el teniente alcalde, Luis Cuesta y Ángel Hernaz Villanueva, vicepresidente de la fundación De Blas-Villodres.
“Tauromaquia. La pasión de Goya" conmemora el 250 aniversario del nacimiento del pintor y pretende cumplir uno de los fines de la Fundación de Blas Villodres que es “la apertura de los fondos tanto expuestos como almacenados”, y este es el caso de la colección completa de los grabados de la tauromaquia de Goya, que permanecen en los almacenes de la FDBV y que es la segunda vez que sale para ser expuesta.
La vez anterior fue en el año 2014 en la Universidad San Pablo - CEU DE Madrid y ahora en 2021, en sala de exposiciones del coro de la capilla del centro cultural San Agustín de El Burgo de Osma.
La colección de grabados que se expone, propiedad de la Fundación de Blas Villodres, corresponde a la VIII edición a partir de las planchas originales que se encuentran en la Real Academia de San Fernando y que realizó la Calcografía Nacional en 1984. Incluye 33 estampas originales numeradas del 1 al 33 y 7 realizadas a partir de escenas grabadas en la parte trasera de algunas de las planchas y que fueron desechadas originalmente por pequeños defectos, numerándolas con letras de la A a la G.
La primera edición de los grabados numerados, fue en 1815 y las 7 escenas restantes fueron publicadas por primera vez en 1876
Las escenas que se exponen son de un gran dramatismo e incluso brutalidad. Pero, es que en el toreo se palpa la cercanía de la muerte, segura para el toro y posible para el toreo, pero
no se trata solo de exponer la muerte, sino de trascenderla o sublimarla con los recursos de la estética, asumiendo que esto es difícil de asimilar por los no iniciados, pero es así.
Goya fue contemporáneo de toreros importantes como Pedro Romero, Costillares y Pepe Hillo, de este último fue además gran amigo afectándole mucho su muerte en el ruedo.
En esa época ya se estaban perfilando las primeras reglas de la tauromaquia y se estaban sistematizando cánones, normas, lances y técnicas del toreo y fue precisamente Francisco de
Goya con estos grabados, el que las trasladó al papel, fue su ilustrador, porque no olvidemos que los toros surgieron en la Ilustración.
Estos grabados “ilustraban” suertes que empezaban a consolidarse en el ruedo como el espectacular salto de la garrocha o del quite de un torero embozado en su capote, y también ilustraron la “crónica social de la época” percances y muertes en el ruedo y los personajes que asistían a las corridas.
Todos los grabados son claros ejemplos de una afición que Goya cultivó de joven (el mismo se autorretrata en el cartón para el tapiz La novillada) y que conservó hasta la ancianidad. Su propio jardinero don Isidro, sostenía que el huraño maestro incurría en dos hábitos incorregibles: “la afición a los toros y a las hijas de Eva".
La muestra de 40 grabados originales puede visitarse hasta el 19 de septiembre, de miércoles a domingo en horario de 12 a 14 y de 16 a 19 horas.
La muestra de 40 grabados originales del genial pintor producidos en el año 1937, pueden visitarse hasta el 3 de septiembre.
Presentación de libro
Por otra parte, ayer se presentó en el centro cultural de San Agustín, la primera edición crítica, en bilingüe y atendiendo a todos los testimonios manuscritos latinos y romances, de la primera parte del Breuiloquium de amore et amicitia y su autotraducción, Tratado de amor y amiçiçia, titulada De amore.
En la obra, El Tostado determina que son dos cosas diferentes amor y amicitia, «amación y amiçiçia», y deja claro que el amor es un acto pasional, una pasión, pero que a pesar de ello tiene una expresión excelente, por cuanto con amor pasional se ama a Dios.
Suele incluirse entre sus obras de naturaleza política o sociopolítica y entronca con el humanismo cívico, si bien no han faltado estudiosos que la han calificado como obra amatoria.
El Breuiloquium se enmarca en la corriente literario-filosófica conocida como «naturalismo amoroso», característica del final de la Edad Media en la corte de Juan II.
El acto ha contado con la participación de Tomás González y Antonio López, catedráticos de la Universidad Complutense de Madrid.