Rello recepciona obras de emergencia de su muralla
El subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, ha visitado Rello acompañado por su alcaldesa, Elisa Ortega, para conocer la finalización de las obras de consolidación en su castillo y recinto; actuaciones realizadas por el Gobierno de España y recepcionadas por el Ministerio de Cultura y Deportes.
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En la primavera de 2021 la Subdirección General del Instituto del Patrimonio Cultural de España propuso declarar de emergencia las obras de consolidación a realizar en las Murallas y Castillo de Rello, así como para la redacción de la memoria valorada y la dirección facultativa de las mismas.
La redacción de la memoria valorada y la dirección de las obras de emergencia se adjudicaron a Ignacio Javier Gil Crespo por 30.588 euros. La adjudicataria de las obras, por 1.367.905 euros, fue la empresa soriana Rehabisoria Rehabilitacion y Construccion de Obras y Monumentos.
A su vez, la contratación de la dirección de ejecución de las obras, y la coordinación y seguimiento del plan de seguridad y salud, se dio a Paloma Bel Borja por 35.405 euros. Por tanto, el importe total de las actuaciones llevadas a cabo, suman un total de 1.433.897 euros.
Las actuaciones se han centrado en ejecutar los trabajos necesarios para la consolidación de aquellas zonas donde existía riego inminente de desprendimiento y desplome de las fábricas, restituyendo su geometría previa y devolviendo sus características de resistencia para asegurar la estanqueidad de estos elementos y evitar que se reproduzcan las patologías.
BIC adscrito al Estado
Esta construcción tiene consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1985 y forma parte del Conjunto Histórico de Rello, declarado también BIC en 2001. Estas murallas están adscritas al Ministerio de Cultura desde 1981.
Según consta en el decreto de declaración de Bien de Interés Cultural, la localidad de Rello ocupa un emplazamiento de gran calidad paisajística sobre la cuesta de un cerro calcáreo. Presenta un conjunto totalmente amurallado, con tres puertas fortificadas y una torre albarrana. Su traza probablemente corresponde al siglo XI.
El caserío adopta una tipología popular, con viviendas de piedra de una o dos alturas bajo inclinadas cubiertas de teja. Conforman una unidad tipológica de gran calidad.
La delimitación de la zona afectada como BIC comprende la totalidad del casco urbano y espacios públicos alojados dentro del perímetro de la muralla, así como el espacio comprendido entre dicha muralla y la curva de nivel que configura el cerro, donde se asienta el conjunto de Rello.
Cuenta además con una fortaleza que figura en el catálogo de Bienes Protegidos de la Junta de Castilla y León en la categoría de castillo.
Emergencia
Ante el mal estado generalizado de la muralla y el castillo, los técnicos del IPCE realizaron una primera visita a esta localidad soriana en la que pudieron comprobar la situación de deterioro y el peligro de colapso de algunos tramos socavados en su parte exterior. El precario estado de conservación del conjunto provocaba incluso riesgos para la población y los transeúntes.
Tanto las calles públicas que discurren por el interior de la muralla, como la carretera SO-132 que bordea el cerro sobre el que se asienta el conjunto fortificado, se han visto afectadas por reiterados desprendimientos de piedras pertenecientes a la fábrica que conforma la estructura defensiva.
En posteriores visitas realizadas por los técnicos del IPCE se constató que el castillo y las murallas presentaban en toda su extensión un mal estado de conservación y que existían algunos sectores con graves problemas de estabilidad estructural que ponían en riesgo tanto la integridad del BIC y la seguridad de las personas.
A lo largo de sus 667 metros lineales de extensión, en distintos sectores, existía riesgo de derrumbe. Había descalces en bases de muros por falta de material pétreo, grietas, inestabilidad del soporte rocoso, desplomes y descohesión de las fábricas que pueden generar colapsos puntuales como los ya detectados.
También ha habido un expolio de material pétreo que había mermado considerablemente su espesor y había dejado a la intemperie su núcleo interior por lo que se había ido erosionando de forma progresiva.
Igualmente, se detectó inestabilidad del estrato rocoso sobre el que asienta el conjunto en el sector oriental y meridional de la muralla, que también incidía en que peligrara la estabilidad del conjunto.
