La nueva ruta de “La Historia en Bicicleta” recorre la frontera entre Zaragoza y Soria
Con “La Historia en Bicicleta” se pedalea esta vez por los campos de Zaragoza y Soria recorriendo las localidades de Cetina, Embid de Ariza, Cihuela y Deza.
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En estos lugares han vivido personajes ilustres como Francisco de Quevedo, el dezano San Martín de Hinojosa, en el que se detiene para hacernos una importante revelación, o Juana la Loca y que, además, por ser una zona de frontera está presidida por encaramados castillos que han sido escenarios de las luchas continuas entre Castilla y Aragón durante siglos.
Se trata de una nueva excursión que Carolina Muñoz y Carlos Rubio nos muestran en su vídeo publicado en Youtube y titulado “Entre Quevedo y el Cid Campeador”, enlace al vídeo: https://youtu.be/e0ec3VJWHHg
La ruta que nos muestran nuestros dos protagonistas de “La Historia en Bicicleta” y que transcurre en un enclave espectacular, entre barrancos y desfiladeros, comienza en Cetina, en la provincia de Zaragoza, ubicada en el antiquísimo camino natural que une la Meseta con el valle del Ebro y una de las principales vías de comunicación con Soria, concretamente con la localidad soriana de Deza.
En Cetina había un castillo que después se ha transformado en un palacio y entre sus paredes vivió Quevedo tras contraer matrimonio con la Señora de Cetina, Esperanza de Mendoza, aunque su casamiento apenas duró unos meses. Pero durante su estancia en esta localidad Quevedo aprovechó para terminar la primera parte de su obra titulada “Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo”, concretamente la que trata de la envidia.
Ya encima de sus bicicletas, Carolina y Carlos abandonan Cetina camino de Embid de Ariza, pero antes hacen una parada en la llamada “Casa de la Vega” para mostrarnos un espectacular roble de más de 600 años, se trata del llamado “Quejigo de la Casa de la Vega”, con más de 23 metros de altura y donde cuentan que Juan la Loca acudía a la sombra de sus ramas para olvidarse de sus penas tras enviudar.
Después de enseñarnos este auténtico monumento natural llegan a Embid de Ariza, situado en un lugar estratégico donde se estrecha el cauce del río Deza y donde se levantó otro sorprendente monumento, en esta ocasión un castillo roquedo ubicado para vigilar el paso. A pesar de estar encaramado en un sitio inexpugnable fue conquistado por Castilla durante la llamada Guerra de los dos Pedros.
De nuevo en marcha y tras pasar por el lavadero de Embid, situado a medio kilómetro del pueblo para aprovechar las aguas de un manantial del que brota agua caliente, Carolina y Carlos llegan a Cihuela, ya en la provincia de Soria.
En esta localidad lo que llama la atención es un nuevo castillo situado también en lo alto de un risco y levantado para defender, en contrapartida con el anterior, la ruta de las incursiones de Aragón. Alzando la vista resulta imponente aunque se asienta en un espacio muy exiguo. Hay referencias de él desde el año 848 y ha sido testigo de innumerables combates. En tiempos perteneció a Don Álvaro de Luna, el todopoderoso valido del rey Juan II de Castilla.
El siguiente destino es en Deza, un lugar importante desde tiempo inmemorial, con restos neolíticos, celtíberos, romanos y visigodos.
Pero cuando tuvo verdadera importancia fue en la Edad Media. En la España musulmana fue una de las localidades más importantes de la llamada “Marca Superior” y tras la conquista cristiana mantuvo su pujanza con una fuerte presencia mudéjar y judía. Ha sido una de las villas más codiciadas de la frontera.
Y aquí en Deza nació Martín de Hinojosa, un dezano que se convirtió en Santo y al que también se le conoce como San Martín de Finojosa. Junto al castillo-palacio que vio nacer a este personaje ilustre, Carlos Rubio nos revela que San Martín de Hinojosa, o de Finojosa, es el autor de las dos primeras partes de las tres en las que se divide el Cantar de Mio Cid, conclusiones a las que ha llegado fruto de sus investigaciones como Doctor en Geografía e Historia.
Según estos estudios aportados por Rubio, San Martín de Hinojosa escribió el “Cantar del Destierro” y el llamado “Cantar de las bodas” en el monasterio de Santa María de Huerta, en Soria, con más de 20 años de diferencia entre uno y otro. En cuanto a la tercera parte del Poema el “Cantar de la afrenta de Corpes” su autor sería el famoso “Per Abat”, es decir, el abad Pedro.
Y así, con estas interesantísimas revelaciones en una de las localidades situada en un enclave excepcional de Soria, termina esta nueva excursión de “La Historia en Bicicleta” que, una vez más, nos muestra parajes e historias sorprendentes y muy desconocidas por una gran mayoría.
