TRIBUNA / El bien y el mal de España
Amalio de Marichalar repasa en este artículo de opinión las que considera circunstancias auténticamente perversas en relación a lo que debiera ser la realidad de España e incluso acontecimientos de esta semana que constituyen la sublimación de la indecencia.
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TRIBUNA / El bien y el mal de España
El bien de España es la transición ejemplar, reconstrucción, perdon, y el abrazo de paz y concordia que nos dimos hace 45 años. El mal de España es un presidente del Gobierno cuya obsesión es crear discordia y odio entre los españoles.
El bien de España es la voluntad de los españoles de bien , piensen lo que piensen , sean quienes sean , que persiguen cumplir la ley y la Constitución y lograr la igualdad entre todos los españoles.
El mal de España es un presidente del Gobierno que persigue aliarse con golpistas , filoterroristas, neo comunistas y con quienes quieren la división, el mal de España y su destrucción, y que el mismo prometió jamás ser alguien gracias a ellos .
El bien de España es la ilusión, el entendimiento, la responsabilidad, el esfuerzo, la genialidad y el abrazo, aún pensando distinto, con tal de dar ejemplo y pensando en lo mejor para los hijos y los nietos.
El mal de España es el oscurantismo , la bajeza, la negritud, la soberbia, la mentira, el engaño, la impudicia, la vileza, la más absoluta falta de ética que un presidente de Gobierno aplica… y que además- es auténticamente de locos- quiere imponer como sistema tanto a sus votantes como al resto de españoles.
El bien de España es respetar la justicia, a los jueces, su independencia, la división de poderes , el Estado de derecho y la democracia.
El mal de España es atacar a la justicia y a los jueces desde el gobierno, sus ministros, el de justicia y el presidente, todos los días .
El bien de España es desterrar la corrupción y es respetar las decisiones judiciales y cumplirlas.
El mal de España es estar rodeado de corrupción en el Gobierno y en la familia del presidente, lógicamente siendo el conocedor, y tratar de amenazar al juez por todos los medios y además no decir nada a instancias formales del juez en la propia Moncloa y encima demandar al juez por prevaricación, cuando el que prevarica es el, sabedor de la obligación del juez. El mal de España es un presidente de Gobierno que debía haber dimitido hace cinco meses solo con la primera acusación de corrupción a su mujer, sin haberlo denunciado ante los juzgados, ni haber explicado nada de ello, y estar España, por tanto, retratada como corrupta, en la prensa internacional, con un presidente de Gobierno atado a la silla como un dictador comunista.
El bien de España es juzgar y sentenciar a quien se ríe de las normas de la democracia y solo está acostumbrado a delinquir contra los españoles. El mal de España es un presidente del Gobierno que ampara, perdona, y protege a unos delincuentes y prófugos de la justicia, a cambio de votos corruptos y ensangrentados, para usar su silla. Quien hace una ley injusta e inconstitucional de amnistía, a sabiendas, que rompe la democracia y ataca frontalmente la democracia europea, quien conoce los gravísimos delitos de traición de los golpistas, los delitos de terrorismo, y no favorece su denuncia, los oculta, para seguir recibiendo sus favores y sus votos para ocupar la silla del gobierno.
El bien de España es respetar por igual derechos y obligaciones en toda la nación, y defender la ley y la justicia sin manipularla.
El mal de España es un presidente de Gobierno que rompe la igualdad de todos, paga miles de millones indebidamente a Cataluña y osa decir que la cesión de todos los impuestos y caja única a Cataluña es muy buena y que está muy contento… rompiendo la constitución y tantísimas cosas, dándole igual todo.
El bien de España es protegerse de los enemigos internos y externos. El mal de España es dar a los enemigos internos y externos información para que se salven, coartadas para que se defiendan y facilidades todas para no ser puestos ante la justicia, y todo gracias al presidente del Gobierno.
El bien de España es defender la dignidad y la ley en Venezuela y en toda Hispanoamérica. Es ponerse al frente de la reivindicación justa y de la verdad, es proclamar una victoria completa e histórica de la oposición venezolana. El mal de España es un presidente de Gobierno que aún no ha reclamado y exigido que dimita un presidente de la más vil dictadura criminal y no ha proclamado la victoria del ya presidente electo Edmundo González y alabado el esfuerzo histórico de María Corina Machado. Que tampoco haya llamado al ex presidente Zapatero y haberle recriminado públicamente, en actitud cómplice, por ser la voz internacional y valedor de un auténtico indeseable.
Fdo: Amalio de Marichalar. Conde de Ripalda