En el Día de la Constitución y la festividad de la Inmaculada
Amalio de Marichalar, en este artículo de opinión en el Día de la Constitución, destaca el ataque y traición a la Carta Magna por parte del Gobierno y deber de la sociedad civil de defenderla y exigir su cumplimiento. Así mismo subraya la importancia de la festividad de la Inmaculada al representar la esencia de lo que significa España y ejemplo de sus raíces cristianas
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En el día de la Constitución y la festividad de la Inmaculada
Celebramos estos días la Constitución y la Virgen de la Inmaculada, Patrona de España, y también de la Infantería.
Es para estar enormemente orgullosos poder celebrar 46 años de la Constitución y además recordar el enorme sacrificio de nuestros padres y abuelos en la transición para consolidar una reconciliación y paz tan ansiadas tras muchos hechos trágicos de nuestra historia y que el Rey Juan Carlos I supo pilotar sabiamente para todos los españoles.
Un legado así supone un auténtico tesoro que hemos de cuidar y proteger día a día en bien de las presentes y futuras generaciones… Es sin embargo nuestra obligación, como españoles de a pie, desde la sociedad civil ya no solo celebrar la Constitución, sino por primera vez en democracia protegerla y hacerla cumplir a quien a diario está atacándola y traicionando que es el Gobierno y sus socios.
Es muy difícil de poder siquiera imaginar una situación así en democracia pero el Gobierno está atacando la Constitución con una ley de amnistía que el propio presidente del Gobierno decía que era inconstitucional , fagocitando todas las instituciones y acabando con la independencia judicial , atacando a los jueces, y por tanto acabando con la división de poderes y el estado de derecho, como también haciendo un control del poder legislativo como nunca ha ocurrido . Por no decir la entrega de las finanzas a Cataluña, rebajar penas y salidas a los terroristas, vejando a las víctimas del terrorismo, o comprando votos corruptamente a un prófugo de la justicia para gobernar, o negociar presupuestos y leyes con él en el extranjero con un mediador .
La cuestión es muy delicada y por ello los españoles de a pie hemos de tomar la palabra y orientar la acción para recuperar el pulso de España .
También celebramos el día ocho la Patrona de España, la Virgen de la Inmaculada, que en el Milagro de Empel quiso ayudar siempre a España.
No es casualidad poder también celebrar esta fecha tan importante para los españoles, pues no en balde creyentes o menos creyentes somos herederos de una historia vertebrada por nuestra religión católica y donde la Virgen María es Señora de todas las tierras de España y así podemos ver tantas advocaciones marianas como rincones tiene nuestra Patria.
No solo eso, nuestra religión ha sido un hecho trascendental para la creación de los derechos humanos, y como consecuencia la propia democracia, y así se hizo en sus antecedentes con las leyes de Indias donde todos tenían los mismos derechos a ambos lados del océano.
En definitiva, España tiene enraizada sus enseñanzas cristianas y también ha contribuido con ello en parte a los mismos orígenes del resto de Europa y por tanto en la hora presente de España la sensatez y los valores en los que bebemos han de volver a presidir el equilibrio necesario y la coherencia más esencial, hoy desgraciadamente quebrado todo ello por quien no conoce principios básicos.
Hoy más que nunca pedimos a la Virgen Inmaculada por toda la tragedia que vivimos en tantos municipios de Valencia, Letur, Landete, Garaballa, Malaga, y el descanso eterno a tantos fallecidos y consuelo a sus familias.
Esta tragedia viva y presente a diario, está siendo una prueba muy triste de la irresponsabilidad dolosa y todos los españoles hemos de ser ejemplo de ayuda espiritual pero también de exigencia, sin excusa alguna, para que todo el Estado la afronte sin que admitamos ya la mínima dilación e impunidad.
Fdo: Amalio de Marichalar. Conde de Ripalda