De esperanzas y retos para avanzar en la recuperación
EL NUEVO AÑO ha llegado a nuestras vidas acompañado de un ramillete de mensajes positivos sobre la salida de la recesión económica en España -con datos macroeconómicos positivos-, pero con una demanda generalizada de la sociedad para que ello se traduzca en la economía real, reflejada en seis millones de desempleados, de los que 6.734 residen en Soria.
Los expertos coinciden en que en 2014 hay que tener una esperanza moderada sobre el crecimiento económico y la creación de empleo, en una crisis que está suponiendo una deflación de los salarios de los trabajadores y un ramillete de recortes del Estado del Bienestar que todos nos dimos y que tiene prácticamente contra las cuerdas a la clase media. Todos coinciden en que hay mucho camino por recorrer si se quiere asentar en bases firmes la ansiada recuperación en un país que arrastra una crisis institucional sin precedentes y donde los partidos mayoritarios son incapaces de ponerse de acuerdo para sellar los cimientos del futuro. Para empezar, sería vital una política educativa con el suficiente consenso que le garantice continuidad en el tiempo y le evite estar al albur del partido de gobierno y adaptar el sistema a las demandas del mercado laboral. Ni que decir tiene que urge una reforma del sistema energético, un pilar imprescindible para garantizar la competitividad de un país y, como no, una reforma fiscal que distribuya mejor los esfuerzos y otra de la propia administración que reduzca el gasto del sector público. Son sólo algunos de los retos que siguen pendientes y del que, según se encaren, marcarán nuestro futuro.