Cuando Soria se olvida que depurar es su competencia
La depuración de aguas residuales de Soria y su alfoz vive estos días un nuevo episodio con el posible aplazamiento de la construcción de la nueva infraestructura al periodo financiero europeo 2014-2020 y la voluntad municipal de aprovechar parte de los fondos europeos del periodo financiero que se agota (2007-2013) para arreglar la actual depuradora y mejorar la infraestructura hidráulica de la ciudad.
Sin duda, un paso más en el embrollo en que se ha convertido este proyecto, que lleva dando vueltas una década en el Ayuntamiento de Soria, institución que parece olvidarse que la depuración de aguas es competencia municipal. La corporación soriana debe de una vez por todas garantizar la ejecución de una nueva depuradora fuera de las márgenes del Duero, donde se encuentra la actual, ya que éste fue el mandato que le han trasladado, por activa y por pasiva, todos los agentes sociales y económicos de la ciudad, vecinos incluidos. El Ayuntamiento debe conceder prioridad entre sus prioridades a esta nueva infraestructura y dejarse de aplazar la decisión que, a la vista está, sólo ha servido para frustrar los comprometidos plazos que se dieron a principios de legislatura para este proyecto -2011- y que ya venían con el tiempo justo de la precedente, por falta de resolución política, desde que el Gobierno de España declaró en diciembre de 2009 a esta infraestructura como de interés general y que sustantivaba el compromiso asumido seis años antes, en campaña electoral, por la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
