EL AYUNTAMIENTO DE SORIA HA DECIDIDO APLAZAR la revisión de las tasas
municipales de determinados servicios más allá del 22 de mayo, fecha
marcada para las elecciones locales, con la justificación de que sea
utilizado por algunos partidos políticos como arma arrojadiza, un
argumento que se puede aplicar a sí mismo. Tocar el bolsillo de los vecinos es una de las medidas que siempre tienen peor acogida entre los contribuyentes, más en tiempos donde la presión fiscal que soportan se ha incrementado, con la crisis económica como telón de fondo. No tiene por ello justificación aplazar una decisión para arañar un puñado más de votos en las urnas ni tampoco apuntarse a la crítica pasional o no ofrecer más alternativas que el silencio cómplice. No es tiempo de callar sino de explicar, en un debate razonado, lo que las diferentes ofertas electorales nos tienen preparadas para los próximos años. Y que hablen claro sobre lo que se comprometen a ofrecer en servicios al ciudadano, para que éste valore en su justa medida lo que está dispuesto a avalar el 22 de mayo con su voto. Todo gasto público se acaba pagando con impuestos -presentes o futuros- o mediante precios cobrados a los usuarios de los servicios. Los partidos políticos deben hacer sus números para cuadrar los presupuestos municipales del Ayuntamiento y vertebrar su modelo de ciudad, con un horizonte financiero que se presume complicado por la caída de los ingresos y poniéndose en el lugar del contribuyente, que desgraciadamente, por decisiones políticas, tiene los bolsillos cada día más vacíos.