Cuando el consumo lo frenan las propias administraciones

El consumo sigue cayendo en España y en Soria fruto de las altas tasas de paro y del progresivo aumento de la fiscalidad en los últimos años, que mantienen en vilo la economía de muchas familias.

Los estudios apuntan que España es el país donde más ha aumentado la presión fiscal en el último medio siglo. Y lo que es peor, el esfuerzo fiscal -el porcentaje de lo que se gana que va destinado al pago de tributos- ha seguido un crecimiento desbocado en tiempos de crisis económica, en un afán recaudatorio de las administraciones para mantener sus presupuestos y sus servicios. Los españoles -y con ello, los sorianos- trabajan más de medio año sólo para pagar impuestos, una situación que ahoga el consumo y cualquier atisbo de recuperación del empleo. Urge cambiar esta dinámica y que los partidos que tienen responsabilidades de gobierno den pasos para aligerar esta carga fiscal insostenible para un buen número de familias. No basta con recriminar al rival político que ha subido el IRPF o el IVA -siendo cierto- o que se puede aligerar el peso del IBI, que ciertamente hoy no se corresponde en Soria capital con el valor de los inmuebles, o que se ha olvidado de su compromiso de ajustar la tasa del agua al consumo real y no a un mínimo que incentiva el gasto. Es necesario que de una vez por todas, nuestros gobernantes -de un lado y de otro- entiendan que con tanta fiscalidad están metiendo a la economía en un círculo vicioso que conduce a acrecentar el problema del desempleo, ante la falta de consumo. Urge cambiar el paso antes de que sea definitivamente demasiado tarde.