¡A la mierda! (Labordeta dixit)

¡A la mierda! (Labordeta dixit)

Publica El Mirón del Día del Padre la importante noticia de que se han reunido Ayuntamiento y Confederación Hidrográfica del Duero para estudiar la ubicación de los pantalanes para el acceso de los turistas al futuro barquito que recorrerá el embalse de Los Rábanos, ahora que sus aguas-las del río- estarán libres de contaminación por la mierda y demás desechos de los habitantes de sus riberas.

¿Libres de contaminación? ¡Una mierda! Al embalse seguirán vertiendo sus aguas con mínima o ninguna depuración Golmayo, Fuentetoba, Carbonera de Frentes ¡y buena parte de Soria en caso de aguacero! Los sorianos deben saber que su Ayuntamiento se ha embarcado en un gasto millonario para contratar un monísimo barquito ocultando esta realidad.

Los sorianos deben saber lo siguiente: el gobierno de España, para lograr la limpieza de contaminantes en el embalse de Los Rábanos, aprobó en 2013, mediante la Declaración de Impacto Ambiental favorable, la construcción de la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR de Sinova) y los necesarios colectores, así como  buena parte de su financiación, con la expresa condición de que se incluyera en las obras el denominado  colector de Golmayo, que llevaría hasta el nuevo túnel las aguas residuales de Golmayo, Fuentetoba y Carbonera de Frentes. De ese colector nunca más se supo gracias al boicot del ayuntamiento de Golmayo de la mano de la Junta de Castilla y León.

Los sorianos deben saber que el llamado colector de San Pedro, en Soria, no tiene capacidad suficiente para canalizar hasta el nuevo túnel las aguas residuales de una gran zona de la ciudad y las de lluvia cuando ésta es abundante (qué casualidad que esto es cada año más frecuente). Y que en estos casos gran parte de las aguas residuales y de lluvia van directamente al Duero aguas abajo del puente de piedra, haciendo permanente el problema de la contaminación del embalse.

Los sorianos deben saber que en 2023, con las obras en fase de ejecución, se presentó en el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) denuncia por el incumplimiento de la condición impuesta. Que hasta hoy no se ha dado respuesta a dicha denuncia ni se ha hecho, que se sepa, ninguna gestión para obligar al Ayuntamiento de Golmayo a cumplir su obligación y compromiso de facilitar la construcción del colector suprimido de los proyectos.

Los sorianos deben saber que ni la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Miteco, responsable de la aprobación gubernamental, ni la Dirección General del Agua del Miteco, con las competencias en este tema, ni la Confederación Hidrográfica del Duero, que sí se sienta para ubicar los pantalanes que requiera el barquito, se han pronunciado en ningún sentido sobre la denuncia presentada (y reiterada).

Los sorianos deben saber que el Ayuntamiento es consciente de la grave situación que supone el actual colector de San Pedro y no ha puesto, ni parece que tenga intención de hacerlo, los medios técnicos y económicos  para remediarlo. Son obras que “no se ven”, lo contrario que los absurdos adoquines a gogó y el infantil barquito turístico que navegará sobre agua y mierda. Y que, sorprendentemente, tampoco ha planteado la gravedad de las consecuencias que para Soria tendrá consentir la supresión del colector de Golmayo.

La construcción de la nueva EDAR de Sinova, aguas abajo de la presa de Los Rábanos, que supondrá un importante esfuerzo económico para los sorianos en los años venideros, se concibió y aprobó con la única finalidad de lograr la limpieza de las aguas del embalse de Los Rábanos. Sin el logro de ese objetivo el esfuerzo económico realizado (superior a los 70 millones de euros) habrá sido inútil y será imposible el aprovechamiento deportivo, cultural y político de tan bello tramo del Duero a las puertas de Soria. Es triste ver cómo la falta de implicación de todas las administraciones (y el silencio de los partidos de la oposición) para resolver tamaña barbaridad justifica el desánimo de la población hacia esa “mala política” y la repetición, ahora con doble significado, de aquel exabrupto del inolvidable Labordeta: ¡a la mierda!

 Fdo: Ricardo Mínguez Izaguirre, Dr. Ingeniero de Caminos