Trabajos ganadores, en verso, del I Premio Antonio Machado educación y naturaleza
El I Premio Antonio Machado, “La educación en la protección y desarrollo de la naturaleza y el medio ambiente”, organizado por la fundación española Antonio Machado, ha vuelto a demostrar la vigencia y la presencia del poeta en España y en Soria: la ciudad, su paisaje y su paisanaje. Sobre todos esos temas escribieron, respondieron y dibujaron, en prosa y en verso, cerca de doscientos alumnos y alumnas de doce centros educativos de Soria. Estos son los mejores trabajos en verso, que se podrán ver a partir de hoy en la sala acristalada del instituto Machado.
El colegio Infantes de Lara, Centro Referente en Educación en Derechos y Ciudadanía Global
Los alumnos de Castilla y León, de los mejores de España en trabajo en grupo
Soria Fría
¡Y qué vamos a hacer los Sorianos
cuando no baje de veinte grados!
El olmo que pintó Machado
no será partido por un rayo
sino por el sol que lo ha abrasado.
¡Y qué será de esas frías noches de verano
siendo la envidia, del hemisferio olvidado!
Lloraremos cuando no nieve en Valonsadero,
haremos más caudaloso el Duero que el Ebro,
con tristes lágrimas sus peces ahogaremos.
¡Oh, Soria fría!
Defiende la natura mía
para seguir siendo la que mis abuelos conocían.
1º Premio, Categoría A. Alejandro García Burgaleta. IES “Margarita de Fuenmayor” de Agreda
Vida que embruja
Entre montes de violeta
Sobre el tornasolado manto de hojas
crujían quebrantes a mi paso
acompañado de inmensos matorrales
belleza difuminada entre sus trigales.
Vida que embruja desde el monte
zigzagueando entre el bello horizonte.
Valioso tu campo y su gente
En sus luchas de gran azote simiente.
Campesino embriagado y observante
Enamorado de sus vistas y vigilante.
Sufriendo la soledad y dureza del trabajo
El campesino interior encuentra en su corazón regazo.
Flotan cáscaras del pasado
solidificadas en rocas de rugoso calado.
Punzante en su interior la fina espina
parece que la sangre aviva.
Campesinos y bueyes labrando
brindan al futuro nuestro hermoso legado.
Regalo vistas de oro dorado
mientras en un tronco me siento mirando.
Tractores, polución y edificios
desgastan nuestros buenos oficios.
La tierra de Alvargonzález llora
la mano del hombre desgastar su aurora.
Amor más puro y profundo no existe
que al de la tierra, fluye, y embiste.
A orillas de la fuente de mi vida
La meseta castellana cura y lava su herida.
Nacido andaluz, trashumante soriano
Campos de Castilla respira Machado.
Campo mío, Campo amado,
Te escribe el más leal castellano.
1º Premio B. Juan Carlos García Hernández. CIFP La Merced de Soria
Dia de verano
Comienza el día en el monte secano
los pájaros lo anuncian por todos lugares,
el furtivo dispara a un corzo lejano
tiemblan los árboles crepusculares
el buen pastorcillo del Araviana bebía
disfrutando del paisaje estaría todo el día
pero es necesitado por el ganado trashumante
éste es semejante a un gran caminante
el mediodía a Ólvega ha llegado
el Moncayo en su esplendor vislumbra a mi vista
mientras que las manzanillas han brotado
la abejilla pulula siguiendo los olores romanticistas
en menos de un suspiro llega el anochecer
el sol en la sierra va dejándose caer
a por su último alimento se dirigen los animales
y yo gozoso me dirijo a mis lares.
2º Premio, Categoría A, Víctor Lavilla Fraguas, IESO “Villa de Moncayo” de Olvega
Antiguas Tierras de Castilla
Las Antiguas Tierras de Castilla
Allá están los Campos de Castilla
desbordados por balidos de ovejas.
El cielo se ensangrienta, las nubes lloran
pues ya no quedan castillos de princesas.
los ríos fluyen y las aguas huyen,
en la búsqueda de una mejor era.
¿Quién fuera mariposa para así escapar?
Escapar del valle, acariciar las sierras.
Cualquier tiempo pasado fue mejor,
susurra la maltratada y antigua tierra.
¡Oh, Campos de Castilla!, ya no sois lugar
para enamorados que su amor confiesan.
Ya no encontrarás flores en el paraje,
tan solo moscas que golosas vuelan.
La niebla turbia lo hace desaparecer
y olvidamos el sufrimiento de la tierra.
¡Oh, Campos de Castilla!, ya no sois lugar
para rosas que su belleza muestran.
El río fluye, mas podemos limpiar
su cauce con azadones y tijeras,
y así despertar del letargo para
volver a soñar castillos de princesas.
¿Oh, Campos de Castilla!, podréis ser lugar
para inspirar de nuevo a poetas.
2º Premio, Categoría B. Alejandro Fernández Jiménez, IES Antonio Machado de Soria
A Don Antonio Machado
Por la obra que nos dio la vida:
Campos de Castilla
En Castilla nos sentiste,
y en Soria quisiste escuchar
el corazón de los álamos dorados
que las lágrimas del Duero hacen palpitar
al son de las hojas caídas
que hacen ruido al pisar,
celebrando la fortuna
de amar en soledad.
Ni proverbios ni cantares
sabrán lo que es soñar,
recondándote en la Laguna
con ganas de llorar;
allá donde estemos tus Campos,
estará tu libertad.
Recordamos a orillas del Duero
desde aquella Soria pura y fría,
tras la espalda del Moncayo,
donde los ruiseñores están cantando
y las rocas siguen soñando
con que Castilla siempre será campo.
1º Premio, Categoría B. Juan Carlos García Hernández. CIFP “La Merced” de Soria
Campos de Castilla
En Castilla nos sentiste,
y en Soria quisiste escuchar
el corazón de los álamos dorados
que las lágrimas del Duero hacen palpitar
al son de las hojas caídas
que hacen ruido al pisar,
celebrando la fortuna
de amar en soledad.
Ni proverbios ni cantares
sabrán lo que es soñar,
recondándote en la Laguna
con ganas de llorar;
allá donde estemos tus Campos,
estará tu libertad.
Recordamos a orillas del Duero
desde aquella Soria pura y fría,
tras la espalda del Moncayo,
donde los ruiseñores están cantando
y las rocas siguen soñando
con que Castilla siempre será campo.
1º Premio, Categoría B. Juan Carlos García Hernández. CIFP “La Merced” de Soria