Premio para proyecto de cuidados en hogar
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha recibido el Premio Senda a la Mejor Iniciativa Pública en la categoría sociosanitaria por su proyecto INTecum (del latín, ‘contigo’), un innovador recurso, integrado en el catálogo de Servicios Sociales, para el apoyo y los cuidados en el hogar a personas con enfermedad en fase avanzada o terminal.
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El secretario general de la consejería, Jesús Fuertes, ha recogido el galardón otorgado por el grupo editorial Senda durante un acto celebrado en Madrid.
INTecum es una iniciativa que ofrece a las personas gravemente enfermas la posibilidad de permanecer en su entorno hasta el final de su vida, recibiendo los cuidados sociales y sanitarios necesarios, al tiempo que presta apoyo a los cuidadores familiares, afectados ante una situación de fuerte impacto emocional.
El proyecto arrancó de forma piloto en Palencia en 2018 y desde julio de este mismo año está presente también en la provincia de Salamanca. El compromiso de la Consejería es ampliarlo a toda Castilla y León en lo que resta de legislatura.
Este servicio se enmarca en el nuevo modelo de cuidados de larga duración por el que apuesta el Gobierno de Mañueco –que se regulará mediante una ley autonómica en fase de tramitación– y tiene su encaje en el sistema de atención a la Dependencia 5.0.
Se caracteriza por ofrecer unos apoyos individualizados –ajustados al proyecto de vida de cada usuario y respetuosos con sus deseos y preferencias– y por su capacidad para dar una respuesta muy ágil a las necesidades de tipo físico, psico-emocional y social de la persona enferma y de su entorno familiar.
Todo ello se realiza en cooperación con entidades del Tercer Sector Social, con fuerte implantación y arraigo territorial y con capacidad para ofrecer una respuesta rápida y con vocación de servicio. En Palencia esta colaboración llega de la mano de la Fundación San Cebrián y en Salamanca, de Asprodes-Plena Inclusión.
A su labor se une la de las asociaciones de familiares de enfermos del cáncer en las provincias.
La aceptación de ingreso en el programa INTecum implica el despliegue en 24 ó 48 horas, según la urgencia, de un profesional gestor de caso en el propio domicilio de la persona para que, de forma pactada con él y, en su caso, con su entorno, se despliegue un plan integrado de apoyos, además de la atención sanitaria garantizada, dentro del plan de cuidados paliativos.
Este plan de apoyos incluye un paquete de servicios a la carta, en la intensidad que la persona necesite –incluida la atención presencial 24 horas al día si fuera preciso–, entre los que cabe citar la valoración de la accesibilidad del hogar y su adaptación si se requiere; ayudas técnicas; ayuda a domicilio; Teleasistencia avanzada; asistente personal; asistencia sanitaria a domicilio programada y de urgencia, o gestión del duelo.
Grado de satisfacción sobresaliente
La evaluación de resultados tras los primeros meses de implantación del proyecto revelan ya un cambio en la dinámica de los cuidados.
En 2019, el 79 por ciento de las personas incluidas en el plan de cuidados paliativos fallecían en el hospital, mientras en la actualidad el 71 por ciento de los participantes en el programa INTecum mueren en su domicilio.
Además, según un estudio realizado por la Universidad de Valladolid, los usuarios de este recurso y sus familias puntúan con un 9,5 sobre 10 su satisfacción con los servicios recibidos.
El pilotaje de INTEcum en Palencia, desde julio también en Salamanca, ha demostrado la necesidad de una prestación social, en clave sociosanitaria, para la atención al final de la vida de las personas incluidas en la estrategia de cuidados paliativos. Hasta el momento, un tercio de las personas atendidas bajo este protocolo sanitario han hecho uso del programa premiado hoy.
Desde que arrancó el proyecto en febrero de hace dos años en la provincia palentina, 245 personas han recibido apoyos a través de INTecum.
Algo más de la mitad de los usuarios –en concreto, el 56 %– tenían su residencia en pequeños núcleos de población y el 20 % vivían solos, sin ningún apoyo informal.