Aumento del 2 por ciento de la cosecha de cereal de invierno a pesar de la reducción de superficie... y la climatología
La producción de Castilla y León supone el 39 por ciento de la que se prevé cosechar a nivel nacional con unos 13,8 millones de toneladas.
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La Consejería de Agricultura y Ganadería ha presentado hoy los datos de estimación de cosecha cuando se ha cosechado el 70 por ciento de la superficie de cereal de invierno de la Comunidad, principalmente de cebada. La recolección en la Comunidad ha comenzado más pronto de lo habitual aunque se ha visto ralentizada por las lluvias de mediados de junio.
La superficie sembrada de cereales de invierno "con destino a grano" en Castilla y León es de 1,84 millones de hectáreas lo que representa el 33 por ciento de la superficie de España -que es de 5,5 millones de hectáreas-. Además, en esta campaña, la superficie de cereal para forraje se ha duplicado, como un buen recurso para la ganadería.
El trigo ha sido el cereal de invierno al que se ha dedicado más superficie, 865.702 hectáreas, superando claramente a la cebada, con 804.574 hectáreas, siguiendo una tendencia que se inició en el año 2010.
El conjunto de siembras de cereal de invierno refleja un descenso respecto al año anterior en el que han influido los nuevos requisitos de los pagos directos de la PAC, concretamente los relacionados con el pago verde y la obligación de diversificar los cultivos que forman parte de la alternativa de cada explotación.
PRODUCCIÓN
Los avances que ha presentado hoy la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, con datos del mes de julio, permiten estimar una producción total de cereales de 5,42 millones de toneladas lo que supone un incremento del 2 por ciento respecto a la campaña anterior aunque la superficie se ha reducido un 4 por ciento.
La producción de Castilla y León supone el 39 por ciento de la que se prevé cosechar a nivel nacional con unos 13,8 millones de toneladas.
Los rendimientos de cereal han estado condicionados por la climatología adversa, principalmente la ausencia de precipitaciones y altas temperaturas del mes de mayo, con al menos dos golpes de calor, uno a mediados de y otro al final, que han motivado un grano de menor calidad y por lo tanto de menor peso específico.
En todas las provincias se observa un incremento de los rendimientos medios respecto al pasado año excepto en Burgos donde han influido las altas temperaturas al final del ciclo y el exceso de precipitaciones e inundaciones que se produjeron en invierno en comarcas como Las Merindades, que incluso limitaron el poder efectuar las siembras más tardías.
A pesar de esta circunstancia, Burgos es la provincia en la que, según la previsión, va a haber una mayor producción con 1.356.627 toneladas, seguida de Valladolid con 913.953 y Palencia con 874.124 toneladas.
RENDIMIENTOS MEDIOS
Finalmente, Marcos ha destacado que otra de las características que se pueden reseñar de la campaña agrícola es la gran variabilidad de los rendimientos medios de las distintas parcelas incluso en un mismo municipio. Esto se ha producido bien por factores como el tipo de suelo y la capacidad de retención de agua, el ciclo de cultivo de las distintas variedades, que en algunos casos han sido más sensibles a los efectos de los golpes de calor; o por cuestiones que cada vez cobran mayor importancia y especialmente en campañas como la actual, relacionadas con la rotación de cultivos y las ventajas que aportan los cultivos mejorantes de la alternativa como las leguminosas y proteaginosas e incluso el barbecho en las tierras de secano.
El peso del sector agrario en Castilla y León se ha estabilizado en los últimos diez años en la cifra del 5,5 por ciento del Valor Añadido Bruto regional, y el de la industria alimentaria en el 5 por ciento. Por lo tanto, el sector agroalimentario en su conjunto, se sitúa en el 11 por ciento del PIB regional, siendo algo más del doble de su valor en España (4,5%) y casi cuatro veces más que el valor que este sector tiene en la Unión Europea.
En relación al empleo en el conjunto del sector agrario, los afiliados a la seguridad social superan los 100.000, de los que 66.000 corresponden al sector primario y 35.000 empleados por la industria agroalimentaria regional.