A exposición pública el plan de caza que emana de la nueva ley
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha sometido a información pública, por espacio de diez naturales que empiezan a computar a partir de hoy, el Plan General de Caza de Castilla y León, una orden que emana de la nueva ley de caza aprobada por las Cortes en marzo y que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León plantea llevar al Tribunal Constitucional.
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La norma deja sin efecto la medida cautelar que adoptó la Sala de lo Contencioso-Administrativo ante un recurso planteado por el Pacma.
El texto íntegro del proyecto de orden puede consultarse en la plataforma de Gobierno Abierto de la junta de Castilla y León, según publicaba ayer el Boletín oficial de Castilla y León (Bocyl).
Según la propuesta incide en que su finalidad es mantener el adecuado equilibrio ecológico, para garantizar "el estado de conservación de las especies cazables y su utilización razonable".
Establece un periodo de vigencia máxima de la orden de cinco años y no contempla "la exclusión temporal de la actividad de ninguna de las especies cazables, al no estar justificada la medida en atención a la mejor información técnica disponible".
Precisamente, el recurso del Pacma planteado contra la anterior normativa incidía, entre otros aspectos, en la falta de estudios de la afección de la actividad cinegética de las distintas especies.
El texto sometido a consulta fija los periodos de caza según lo previsto en la ley de 1996.
Sin embargo, limita el periodo hábil de la paloma bravía "excluyendo las cuatro primeras semanas del mes de octubre", cuando se produce la migración en paso de palomas y zorzales, ya que su "aprovechamiento preferente no es el más adecuado en esta modalidad", así como durante todo el mes de febrero, para respetar su periodo de reproducción.
El borrador destaca que el plan "se ha elaborado de manera coherente con el resto del ordenamiento jurídico nacional y de la Unión Europea, para generar un marco normativo estable, predecible, integrado, claro y de certidumbre", no impone "cargas administrativas innecesarias" y atiende a la "racionalización de la gestión de los recursos públicos".
La orden deroga la que prohibía la comercialización de la liebre en la Comunidad.
El texto establece un número máximo de piezas por cazador y día de 25 para la codorniz, cuatro para la tórtola común, tres para la becada, cuatro para el avefría y en tres para ambas agachadizas.
Los cupos en caza mayor se determinan en función de los planes cinegéticos establecidos, aunque del 1 de enero y el cuarto domingo de febrero no existirá cupo para las hembras de ciervo y corzo en los cotos que tengan aprobadas las modalidades de montería o gancho o batida, de manera que la hembras abatidas de esta forma "quedan exceptuadas del precintado" preceptivo.
Para lobo, jabalí, ciervo o venado, gamo, corzo y muflón se permiten la montería, gancho o batida, rececho, aguardo o espera, al salto o en mano, según la normativa establecida.