61 adolescentes, con consumo problemático de drogas y TIC
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha detectado e intervenido, a través de los programas familiares de prevención indicada, en un total de 61 casos de adolescentes con consumo problemático de alcohol u otras drogas, que también presentaban un uso problemático de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).
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Son datos que arroja el informe de seguimiento del Plan de Acción Coordinada sobre adicciones sin sustancia 2019-2021, correspondientes al último ejercicio cerrado.
Este Plan de Acción tienen como objetivo abordar de forma integral la prevención y el tratamiento del juego patológico, la adicción a los videojuegos y el uso problemático de internet, pantallas digitales y tecnologías de la información y la comunicación en la población general, y de un modo especial, en menores y jóvenes.
En su ejecución participan las Consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades –a través del Comisionado Regional para la Droga–, de Educación y de Sanidad.
Los servicios de prevención familiar indicada –acreditados por la Gerencia de Servicios Sociales–, proporcionan una respuesta educativa y terapéutica intensiva a personas de entre 12 y 21 años con consumos problemáticos de alcohol y drogas y a sus familias.
Además, en muchos casos se conjugan otros factores de riesgo, como la falta de autocontrol, trastornos del comportamiento, fracaso escolar y dificultades de adaptación familiar, escolar y / o social. Su finalidad es evitar que estas conductas desemboquen en un trastorno por uso de sustancias.
La intervención preventiva realizada por los equipos profesionales de estos servicios amplió el foco de atención en 2019 hacia los casos que, además de presentar un consumo perjudicial de alcohol u otras drogas, tenían otros problemas relacionados con apuestas y juegos de azar con dinero, adicción a los videojuegos o uso problemático de las TIC.
Los datos de actividad de los servicios de prevención familiar indicada revelan que en 2020 ofrecieron apoyo a 733 menores y jóvenes con consumo problemático de alcohol y otras drogas y a sus familias; de estos 61 (39 varones y 29 mujeres) presentaba al mismo tiempo una utilización problemática de dispositivos digitales (como teléfonos o tabletas), de internet y de las redes sociales, es decir, apenas el 8,3 % del total de personas atendidas.
En 2019, primer año en el que comenzó el seguimiento de este tipo de casos, se contabilizaron 45 (26 chicos y 19 chicas) sobre un global de 789 adolescentes y sus familias con intervención psicoeducativa, lo que sitúa el porcentaje en el 5,7 por ciento.
Los servicios de prevención familiar indicada no detectaron ningún caso de juego patológico en los dos años de referencia y sólo uno de adicción a los videojuegos en 2019.
La acción preventiva sobre menores y jóvenes en el ámbito de estos programas parte de un diagnóstico individual de cada familia y el diseño de un plan de intervención a la carta, que incluye terapia individual, familiar y grupal, en función de las necesidades de cada caso.
Las intervenciones se orientan a la mejora de competencias personales (asertividad, autonomía, control emocional, resolución de conflictos…), de la dinámica familiar (comunicación, establecimiento de límites, refuerzos…) y a la realización de actuaciones de apoyo escolar / laboral y de programación de actividades alternativas de ocio saludable en las que se fomente el contacto con personas de su edad al margen del consumo de drogas.
Otras actuaciones de prevención
Junto a estas intervenciones, el departamento que dirige Isabel Blanco ha reforzado esta acción preventiva con una campaña de sensibilización, desarrollada el pasado año bajo el título ‘Conéctalos a otras formas de diversión, que lanzaba un mensaje de concienciación a las familias sobre los riesgos de realizar un mal uso de las pantallas.
La campaña ha servido también de refuerzo a la intervención educativa que se realiza con las familias a través de los programas de prevención familiar del consumo de drogas ‘Moneo’ y ‘Dédalo’, en los que se han incluido sesiones específicas para abordar las adicciones sin sustancia.
Al margen del ámbito de la prevención, Castilla y León cuenta con una Red de Atención a las personas que tienen trastornos por uso de sustancias, que también ha reforzado el diagnóstico y abordaje de este tipo de patologías entre sus usuarios.
Así, los datos del indicador de admisiones a tratamiento ambulatorio por abuso o dependencia de sustancias psicoactivas contabilizó en 2020 un total de 22 de casos que, además de iniciar tratamiento por tener problemas con el consumo de drogas, tenían trastorno por juego patológico, lo que supuso un descenso del 54,2 % respecto a los 48 casos notificados en 2019 a través de los Centros de Atención Ambulatoria en Drogodependencias (CAD) y centros de día.
Además existen otros recursos específicos que realizan tratamientos por trastorno por juego patológico, que están gestionados por asociaciones de jugadores patológicos rehabilitados y Proyecto Hombre de Burgos y León.
En 2020, primer ejercicio en el que se inicia el funcionamiento del nuevo indicador sobre trastorno por juego patológico, se atendieron desde estos programas 154 nuevos casos, principalmente hombres (93,5%).