Una manita para ti
Experiencia Erasmus
Para todos los gustos
Proteger la vida, aliviar el sufrimiento humano y mejorar la calidad de vida de los más vulnerables de la sociedad es el fin último de Cruz Roja. Más de setecientos voluntarios ponen sus cinco sentidos para echar una manita al prójimo más necesitado. Cinco de ellos nos cuentan su experiencia.
El voluntariado es uno de los hechos diferenciales de Cruz Roja. En Soria, son más de setecientos los que mantienen el pulso de una actividad altruista, donde la recompensa está en el trabajo bien hecho y en atender a los que más lo necesitan.
Los voluntarios tienen un perfil heterogéneo, asegura Juan Antonio Antón, director provincial de Voluntariado de Cruz Roja. Los hay desde los 16 años hasta más de ochenta, que gozan de buena salud y se dedican a visitar a otras personas.
A la hora de ayudar no hay discriminaciones. Hay paridad entre hombres y mujeres, sobre todo desde que Cruz Roja se abrió a los servicios sociales. Juventud, medio ambiente, mayores, transporte adaptado, sanitario, pisos de menores, centro de atención a toxicómanos... El abanico de necesidades es más que amplío. Cruz Roja recibe solicitudes para colaborar todos los años. El boca a boca de los propios voluntarios es lo que multiplica los ofrecimientos de colaborar con la institución. Me interesa que la gente que esté aquí, sea feliz y se sientan queridos, apunta Antón.
ÁNGELES CERVERO
Te quedas satisfecha de lo que haces
Riojana de nacimiento y soriana de residencia, Ángeles Cervero lleva doce años colaborando con Cruz Roja, desde el día en que se jubiló de su trabajo en un comercio. Con el cierre de la tienda, decidió que tenía que hacer algo. Me gustaba colaborar con Cruz Roja y estoy encantadísima, apunta. Lleva un grupo de mujeres y también ha acudido a los pueblos a recoger niños para traerlos al colegio especial de Santa Isabel. Colaborar con Cruz Roja es, resalta, una satisfacción estupenda.
Lunes, martes y miércoles da clases de manualidades a personas que necesitan ayuda. Te quedas satisfecha de lo que haces, señala. Asegura que debía haber más voluntarios. Hacen falta más, pide.
DIEGO REDONDO
Cuando el trabajo llega, te sientes gratificado
Soriano de 22 años, lleva dos años y medio en Cruz Roja, institución a la que llegó a través de un amigo una vez que acabó sus estudios de Relaciones Laborales.
Decidió colaborar por la posibilidad que le ofrecía Cruz Roja de participar en actividades que en otros ámbitos no podía y por la propia formación que ofrece la sección de Juventud (En septiembre estuvo en Palestina en un seminario). Diego explica algunos programas de Juventud en los institutos, como de prevención de conductas violentas y de discriminación. Además organiza actividades para jóvenes entre 12 y 16 años. Cuando ves que el trabajo llega a la gente y algo de lo que hace, cala en los demás, te sientes gratificado, apunta.
FERNANDO GARCÍA
Merece mucho la pena colaborar
Soriano de 41 años, casado y con un niño de corta edad, Fernando lleva desde 1995 en Cruz Roja, fecha en la que ingresó en la institución para cumplir el servicio militar a través de la objeción de conciencia.
Me gustó, entré en ambulancias y socorro y me quedé de voluntario, recuerda. A su juicio, lo que hacen los voluntarios es útil. Colabora , cuando otras obligaciones se lo permiten, con el servicio de teleasistencia y el que atiende a las personas mayores. Merece mucho la pena colaborar. Cuando atiendes a una persona, en momentos duros, una pequeña sonrisa de un niño, por ejemplo, te cubre todo, señala.
LAURA FERNÁNDEZ
La enseñanza me parece algo muy importante
Soriana de 18 años, lleva apenas unos meses colaborando en Cruz Roja como voluntaria. Decidió dar el paso porque tenía tiempo libre, tras apuntarse a clases por la tarde. Como tenía más tiempo que otros años, me apetecía hacer voluntariado siempre y dije; éste es el año.
En Cruz Roja ha conocido a otros jóvenes que están involucrados con el voluntariado. En el aula socio-lingüística ayuda a niños inmigrantes a mejorar su castellano y facilitar así su integración social.
La enseñanza me parece algo muy importante, resalta Laura, que quiere dedicarse a ella de mayor. Además es de los voluntarios de Cruz Roja que anima a otras personas a sumarse a esta actividad.
NORBERTO CARDONA
En todas las épocas es necesario el voluntariado
Colombiano de 40 años y residente en Soria desde hace cuatro años, lleva veintidós años vinculado con Cruz Roja. En su país, fue socorrista y trabajó en diversas áreas de la institución. Cuando llegó a Soria, quería tener la continuidad con la institución. Actualmente es monitor de diferentes áreas y formador del área institucional, de socorros y emergencias, de personas mayores y de teleasistencia. Dice que el voluntariado es compatible con las obligaciones laborales y familiares. En todas las épocas es necesario el voluntariado, porque hay personas más necesitadas que otras, resalta. En Soria, la soledad de las personas mayores es común. Y es importante tener alguien al lado que al menos nos escuche, dice.