TRIBUNA / ¿Urbanismo sin rumbo en la capital?

TRIBUNA / ¿Urbanismo sin rumbo en la capital?

¡No, en absoluto¡ Es un rumbo muy preciso, rectilíneo y apenas disimulado, aunque, eso sí, procuran que pase desapercibido!

Desde que el PSOE gobierna la ciudad de Soria (2007-2023) el rumbo del planeamiento, de la gestión y de la policía urbanística sigue exactamente el mismo rumbo que le dejó trazado el PP desde 2006, con la notable particularidad de que en este último mandato socialista (2019-2023) la actividad urbanística se está, acelerando, como si hubiera prisa en “hacer caja”, por lo que pudiera suceder en el futuro.

El problema que tiene esta política urbanística municipal de Soria es que ese rumbo se compadece muy poco con el interés general de la ciudadanía, que es, o debe de ser, el objetivo del Urbanismo y es aún menos conciliable con cualquier política urbanística presuntamente “progresista”.

Cómo explicar si no que, pese a haber votado en su día contra la revisión del Plan General de Ordenación que promovía entonces el P.P., desde el año 2007, cuando tuvieron su oportunidad de revertir la revisión denostada, el P.S.O.E. no haya hecho el menor intento de derogación, ni siquiera de intentarlo.

Cómo explicar sin sonrojo que las más de 32 “Modificaciones Puntuales del P.G.O.U.” que se han tramitado desde 2007 con el beneplácito socialista se hayan efectuado al margen del interés general de la ciudadanía por tratarse de iniciativas privadas de propietarios del suelo y de promotores urbanísticos.

Cómo explicar la vergonzosa tramitación municipal de la M.P. 27 del PGOU, la del Cerro de los Moros promovida por Los Pilares del Arlanza, y el espeluznante peligro de que la Junta de Castilla y León, por la incuria municipal, acabe por aceptar las pretensiones urbanizadoras de la empresa privada burgalesa que la promueve.

Cómo explicar sin sonrojo la operación inaudita y probablemente ilegal de la construcción de esa 5ª planta extra en el sector de “Pajaritos II”.

Cómo explicar sin sonrojo el gravamen alevoso impuesto sobre esas 59 plazas públicas del aparcamiento subterráneo de Mariano Granados cuya construcción se ahorra el propietario del Edificio Plaza en su propio inmueble, como exigía el P.G.O.U., y cuyo espacio ha podido dedicar a usos mucho más lucrativos, como son las viviendas y los locales de superficie equivalente, pero de precio de venta muy superior.

Cómo explicar sin sonrojo la tolerancia, o más bien la connivencia o la complacencia municipal con el promotor de la M.P. 29 en el solar del circo en la Avenida de Valladolid para maximizar el rendimiento económico de la edificación concentrada en dicha vía, a costa de variar el resto de los parámetros urbanísticos del sector en perjuicio del interés general.

Cómo explicar sin sonrojo las adquisiciones de ruinas y de inmuebles de nulo interés público, pero de evidente aprovechamiento lucrativo privado que ha efectuado el Ayuntamiento presidido por Carlos Martínez durante este último mandato:

• La compra de las ruinas del “trinquete” (Este nombre por si solo parece una revelación).
• La compra, a precios no precisamente de saldo, de partes del edificio en estado lamentable del conocido como “palacio” (es un decir) de Alcántara.
• La permuta de una finca junto al Duero con ciertas condiciones de inundabilidad que solo van a usar en el día de las Ánimas, con los aprovechamientos urbanísticos municipales con los que se quiere convalidar el disparate jurídico de la 5ª planta presuntamente clandestina de “Pajaritos II”.
• La compra de las ruinas del presunto convento viejo de San Agustín del que se ignora casi todo lo necesario para efectuar la transacción.

No parece que estas operaciones patrimoniales recientes con inmuebles total o parcialmente ruinosos o con características desfavorables sean especialmente afortunadas para el erario municipal ni para el interés general de la ciudadanía, sino más bien todo lo contrario. Puede que incluso alguien tenga previsto realizar, en la órbita municipal, más operaciones extrañas aún desconocidas o en proceso de gestación.

Desentrañar su razón de ser y las circunstancia concurrentes en cada caso es un reto digno de un capítulo novedoso de la ya publicitada “Soria oculta”, si bien, como viene sucediendo desde hace ya algún tiempo, en otros lugares, con otros protagonistas, que solo resultan conocidos cuando sus negocios, gestados siempre a la sombra del Poder, saltan a los titulares de los medios de comunicación, aquí la órbita municipal es la que imprime carácter y proporciona el amparo de la mayoría absoluta para el buen fin de cualquiera de las operaciones aludidas.

En resumen, lo que Ciudadanos quiere transmitir con esta alerta es que pese a la escasa transparencia imperante en el Ayuntamiento de Soria, se detecta una clara continuidad en la política urbanística municipal entre el gobierno precedente del P.P. (2003-2007) y el actual mandato ininterrumpido de Carlos Martínez y su P.S.O.E. (2007-2023). Una política real que contradice la máscara “progresista” con la que nos bombardea su propaganda sistemática pero que revela en la práctica su alineación con los intereses del negocio de la construcción, efectuando, además, con los fondos y el patrimonio municipal, operaciones muy discutibles al socaire de su mayoría absoluta que suscitan muchas más preguntas que las respuestas estereotipadas que ofrece su propaganda. Preguntas aún sin respuesta, en lo patrimonial, encaminadas a saber la identidad personal de los partícipes de tales operaciones patrimoniales y la fiabilidad objetiva de las valoraciones empleadas en ellas, en definitiva, el precio y los beneficiarios.

Ante esta reflexión surge otra pregunta mucho más sugestiva, en lo urbanístico, que es la siguiente: ¿Quien o quienes han estado y están dirigiendo realmente la política urbanística municipal durante el largo mandato de Carlos Martínez y su P.S.O.E.?

Fdo: José Luis Alonso. Candidato por Ciudadanos al Ayuntamiento de Soria