TRIBUNA / En Valonsadero y amarrados
Ángel Coronado incide en este artículo de opinión en el panfleto propagandístico del PSOE que la junta electoral de zona ha pedido que se retire de la circulación, por ser contrario a la ley electoral. Para Coronado, siempre es positivo que se rindan cuentas.
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TRIBUNA / En Valonsadero y amarrados
Al alcalde le han retirado su panfleto, lo que me parece bien. Dicen que viola la Ley Electoral, lo que me parece mal. Aparte, venía diciendo al tiempo del secuestro panfletario , que no está del todo mal dar cuenta de lo hecho. No está mal. Bonito gesto dentro de lo que cabe. No es frecuente dar cuenta y es por eso bonito. No importa que luego se vuelva raro para terminar siendo de nuevo bellísimo, pero de otra hermosura diferente a la del principio. Ocurre con este panfleto, aparte la violación que se dice, como con la noticia del médico a su paciente: está usted de enhorabuena. Le voy a dar una muy buena noticia (¿recuerdan?). En lugar de las cuatro semanas de vida que le dije ayer, hoy le digo que le quedan más de diez o doce. ¡Y a disfrutarlas!
Nuestro alcalde ha tenido el gesto loable de dar cuenta de su gestión. La retirada de su panfleto, decimos, es buena porque dice la Ley que violarla es malo, pero es bonito, hay que decirlo. Hace raro porque tan raro es que Carlos rinda cuentas de su gestión ante unas nuevas elecciones, como rara es la flor en un estercolero, con perdón. Pero lo cierto es que a las flores les gusta el estiércol, aunque al final resulta que la flor de la que aquí se trata no es precisamente rosa ni clavel. Es una flor extraña. Parece de plástico pero no es de plástico. Parece natural pero tampoco. Se diría virtual pero no responde a estímulos digitales sino analógicos. A mí me produce pavor. A mí me produce pavor nuestro alcalde cuando va y nos da cuenta, no de lo hecho sino de lo no hecho y que piensa hacer. Lo encuentro pavoroso.
Bonita flor. Hasta las abejas se posan en ella e intentan libarla. Pero esta flor (a ver si acierto en decirlo), esta flor resulta que no se deja porque las asusta. Crece, crece desmesuradamente y las abejas huyen. Me pellizco la nariz para comprobar si sueño, pero no. Me parece que pellizcarse la nariz para ver si sueñas es una tontuna, porque bien puede ocurrir que sueñes con tocarte la nariz creyendo que lo haces despierto, en cuyo caso ni hemos avanzado nada ni retrocedido tampoco. Seguimos literalmente en el mismo sitio. Y ese sitio es el de sentir pavor cuando nos dice que uno de los proyectos que, vaya por Dios (gracias a Dios), se le ha quedado en el tintero es abalanzarse sobre Valonsadero con los bolsillos llenos de dinero en el apartado dedicado al turismo subvencionado para potenciarlo como foco de atracción creando La Casa de la Ciudad (la C.C. de Creando y de Ciudad de aquí en adelante) aparte de no sé qué acerca de “El Cielo de Soria” que parece que suena como imitando a lo de Madrid al Cielo (otra bobada como la de la nariz o la de cualquier otra parte del cuerpo) cuando no, es a la cabeza de Extremadura donde Soria Pura y trashumante ha caminado siempre. Y camina.
Todo esto parecerá una flor pero a nosotros nos produce pavor, queridos lectores. Todo esto nos produce pavor a muchos de nosotros, queridos lectores. Todo por Valonsadero, queridos lectores. Pensamos incluso en encadenarnos a Valonsadero. Algún asidero al que atar las cadenas habrá por los alrededores de la Casa del Guarda (C.G. de aquí en adelante) y allí nos quedaremos como patinetes o bicicletas, temblando pero firmes, con ese temor tan natural de ser robados, y tiritando, dispuestos a derramar por Valonsadero hasta la última gota de nuestra sangre, de nuestro sudor y de nuestras lágrimas, queridos lectores, sangre, sudor y lágrimas. Además le han retirado el libreto, lo que nos parece bien. Viola la Ley Electoral, lo que nos parece mal.
Fdo: Ángel Coronado