Soria rechaza en silencio la barbarie machista
En torno a medio millar de personas han participado esta tarde en la manifestación convocada por el Consejo Municipal de la Mujer para reclamar en Soria el fin de todas las violencias machistas, en una ciudad que ha sufrido tres asesinatos por esta barbarie.
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La manifestación ha partido desde la plaza Mayor y se ha dirigido hasta la plaza Mariano Granados, desde donde ha regresado a la plaza de las Mujeres, donde Inés Andrés ha leído el manifiesto reivindicativo.
“Vivimos tiempos de negacionismo, ya no se sostiene una postura mediante el razonamiento, la novedad es negar… se niegan los hechos, se niega la evidencia… Pero 47 asesinatos machistas perpetrados este año, afirman con rotundidad la triste realidad de la violencia de género en su grado más extremo. 47 mujeres asesinadas, 2 menores y 1 hombre”, ha recalcado.
En esta jornada reivindicativa, el maniquí que representaba a Rachida Nour, una de las tres víctimas mortales de la violencia de género en Soria, ha sido robado por la noche por autor o autores que se desconocen del montaje preparado por la Asociación Antígona en la plaza de las Mujeres, según ha denunciado su presidenta Pilar de la Viña.
La muñeca con la que se quería recordar a la fallecida se encontraba junto a las de las otras dos féminas asesinadas por sus maridos o parejas, Rita de Cassia y Diolimar Alemán.
MANIFIESTO
"Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte".
El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como Las Mariposas, fueron asesinadas por participar en la resistencia contra la dictadura del dominicano Rafael Trujillo. Contaban con una década de activismo político en el momento de su última detención.
Sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte, afirmó Minerva y los acontecimientos le dieron la razón. En poco menos de un año cayó el dictador y la República Dominicana multiplicó los homenajes a estas tres luchadoras.
En 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, acordó dedicar cada 25 de noviembre a la lucha contra la violencia hacia las Mujeres. En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Y hoy, 25 de noviembre, estamos aquí. Nos convoca la lucha por la consecución de un objetivo común; la eliminación de la violencia de género. Estamos aquí rodeados de mariposas, símbolos de la fuerza que puede albergar una estructura tan liviana, de la resistencia y la capacidad de transformación.
Estamos aquí para que todas las víctimas de las diferentes violencias machistas, todas las mujeres que han perdido la vida en su encuentro con un hombre violento, puedan sacar sus brazos, levantar sus manos contra la barbarie.
Y no podemos dejar de recordar a nuestra convecina Diolimar, asesinada por el hombre al que ella iba a dejar
Estamos aquí también, para apoyar la lucha de las mujeres iraníes contra la barbarie dictatorial que las somete a un destino de obediencia y esclavitud.
Vivimos tiempos de negacionismo, ya no se sostiene una postura mediante el razonamiento, la novedad es negar… se niegan los hechos, se niega la evidencia…
Pero 47 asesinatos machistas perpetrados este año, afirman con rotundidad la triste realidad de la violencia de género en su grado más extremo. 47 mujeres asesinadas, 2 menores y 1 hombre.
Afirman la realidad de que sigue habiendo hombres que se consideran con derecho a disponer de la vida de las mujeres con las que, de alguna manera, se relacionan…
para hacer que les sirvan, que trabajen para ellos, que se sometan a sus caprichos….
Para prostituirlas o pagar por gozar de su cuerpo…
Para utilizarlas como vientres de alquiler…
Para denigrarlas y humillarlas, para hacer que se sientan lo peor sólo porque ellos no consiguen aceptarse.
Para violarlas si les apetece hacer daño en ese momento
Y para matarlas si se van o ya no les sirven.
Estos seres son hombres que no merecen la categoría de lo humano. Que no merecen compartir nuestra vida. Pero están entre nosotros. Son pocos. La mayoría de los hombres convive pacíficamente con las mujeres en pie de igualdad.
Las violencias machistas y estos pocos hombres violentos que solo saben relacionarse con las mujeres desde una supuesta y falsa superioridad, sólo merecen rechazo y castigo.
Rechazo y castigo es la única respuesta social hacia las violencias machistas: el desprecio, el repudio y el castigo de la Ley. No podemos tolerar ninguna grieta por la que puedan eludir su responsabilidad. No puede quedar impune ninguna conducta abusiva y violenta.
¡Todos a favor de la convivencia en igualdad!
¡Todos contra las violencias machistas!
