"Capotes de paseo", arte y tradición
"Capotes de paseo" es la nueva muestra que llega al centro cultural Palacio de la Audiencia, a días de las fiestas de San Juan.
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A punto de abrirse las puertas de las fiestas de San Juan, el centro cultural inaugura mañana 7 de junio, a las siete de la tarde, esta exposición que brinda la oportunidad de contemplar de cerca piezas únicas de una colección insólita: La colección de capotes de paseo de Antonio López Fuentes, propietario y director de Sastrería Fermín, sastrería de toreros que, a lo largo de sus más de 65 años de existencia, ha sabido aunar tradición e innovación en el difícil oficio de vestir a los grandes maestros de la tauromaquia.
A él se debe el diseño de esos amplios abanicos de bordados clásicos con motivos florales o geométricos, y el de aquellos otros inspirados en la obra de grandes pintores como Goya, Miró, Picasso…
A ese diseño se ajustan en su taller las minuciosas labores de combinar los hilos de seda, plata y oro… de engarzar lentejuelas y azabaches sobre telas de seda o raso, para terminar convirtiendo el capote de paseo en una auténtica joya de una singular “orfebrería”.
El origen de la capa, llamada capote de paseo, está ligada a la historia de los caballeros porque era primero una indumentaria militar que colocaban en los hombros para tener libres los brazos.
Luego, bajo el reinado de Felipe II, se coloca en el hombro izquierdo, atada por una cintura.
El pueblo la utilizaba para protegerse del frío.
El verdadero desarrollo del capote de paseo, como indumentaria taurina, ocurre en la época de Francisco Montes “Paquirro“.
Fue durante este periodo cuando se empezó a bordarlo. En un principio, los toreros lo llevan sin liarlo, a lo largo del cuerpo y fue a partir de 1940 cuando se enroscaron en él como lo hacen hoy en día.
El torero aparece como una crisálida que se convierte en mariposa, una vez que se haya quitado la protección.
