Preparados para ayudas sobre placas solares
La Junta de Castilla y León convocará el 17 de enero las ayudas para instalar placas solares en viviendas particulares y empresas. La empresa Rubvex facilita la tramitación.
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En otras comunidades autónomas esta ayuda ha tenido un peso enorme, siendo considerada la mejor subvención de los últimos años, y la empresa quiere llegar al mayor número de personas posibles para que el dinero no regrese a Europa como ha pasado ya tantas veces.
Rubvex es un equipo formado por tres jóvenes sorianos comprometidos con la lucha contra el abandono institucional de la España Vaciada que llevan a cabo desde hace ya casi un año una iniciativa para atraer riqueza especialmente a Castilla y León.
La forma en que lo hace es ayudando a la gente (particulares y empresas) a acceder a subvenciones públicas, ya que los datos demuestran que cada año quedan en Castilla y León millones de euros dedicados a subvenciones y ayudas sin repartir, y las principales causas son que la gente no tiene los conocimientos técnicos para solicitarlas y que no se les da la suficiente publicidad desde las instituciones.
Desde que surgió esta iniciativa y hasta hoy, con muchas anécdotas y un largo aprendizaje por el camino, ha tramitado más de 500 subvenciones que de otro modo habrían quedado sin solicitarse.
La búsqueda de subvenciones es una labor diaria de consulta constante de documentos y comunicaciones oficiales que no acaba ahí, si no que continúa con la consulta de las dudas y ambigüedades que originan estos textos mediante el contacto directo con los organismos concedentes, que muchas veces son incapaces de dar respuestas taxativas por la compleja infraestructura que existe en la concesión de subvenciones y ayudas.
La desinformción acerca de las subvenciones es el primer escollo para un negocio o empresa que desea presentar una subvención o una ayuda.
Muchos negocios no solicitan las ayudas por que desconocen que existen o simplemente piensan que no son para ellos.
Hay muchos negocios que van más allá, y tienen la idea equivocada de que las subvenciones son parte de la mitología urbana y que realmente no existen, no se conceden, o tienen demasiadas trabas como para merecer la pena, lo cual no es cierto.