Los desbordamientos en los arroyos se deben al abandono de sus cauces, según ASAJA
La OPA cree que las Confederaciones Hidrográficas del Duero y del Ebro deberían acometer cuanto antes tareas de limpieza para evitar este problema
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Las lluvias y nieves de estos últimos días de marzo ofrecen para ASAJA Soria dos consecuencias. Una es positiva: la recarga de la tierra, de los embalses y de muchos acuíferos, lo que asegura la normalidad en la campaña agrícola. La cruz está a su juicio en la multitud de desbordamientos que se están registrando a lo largo de toda la provincia.
Estos desbordamientos, ha recordado ASAJA en un comunicado, “no son culpa del cielo, sino de la tierra” ya que no es la cantidad de precipitaciones sino la falta de limpieza y el abandono existente en los cauces las circunstancias que están propiciando que el agua no pueda seguir su curso con normalidad.
La organización profesional agraria ha denunciado que tanto la Confederación Hidrográfica del Duero como la del Ebro “no se empleen a fondo” en la limpieza de los cauces, reduciendo al máximo en lo posible sus intervenciones, “bien por desidia o amparándose en argumentos presupuestarios o de ecologismo de salón, porque la limpieza de los cauces es una práctica preventiva seguramente tan antigua como los asentamientos de población”.
En estos momentos, lo que está ocurriendo es que cualquier río, pequeño arroyo o regato se está desbordando y está ocasionando gravísimos daños a parcelas sembradas y, por supuesto, a caminos y a infraestructuras agropecuarias.
Los agricultores y ganaderos sorianos sufren este problema sin poder intervenir, porque si tomaran la decisión de asumir la labor de limpieza del cauce por sí mismos inmediatamente recibirían una desproporcionada sanción