ASDEN discrepa sobre limpieza de de los ríos, reclamada por ASAJA
Las declaraciones del presidente de Asaja, Donaciano Dujo, el pasado lunes 23 de diciembre reclamando la “limpieza” de los ríos de Castilla y León para evitar las inundaciones, no tienen ninguna base científica ni ecológica, según ASDEN.
ASDEN-Ecologistas en Acción Soria, ha defendido hoy en un comunicado la importancia ecológica de las riberas autóctonas y su papel en situaciones actuales de crecida de caudal a través de los siguientes puntos, y ha invitado a las administraciones y opinión pública a reflexionar sobre su preservación.
Los márgenes de los ríos ibéricos se caracterizan, según la asociación ecologista por alojar los denominados”bosques de ribera”, ecosistemas formados por múltiples especies vegetales de árboles, arbustos y herbáceas que confieren al entorno, y al agua que discurre bajo ellos, de sombra y temperatura fresca durante los meses más calurosos del año, favoreciendo la presencia de nutrientes e invertebrados que sustentarán a una importante comunidad de peces, anfibios, aves y mamíferos, aumentando así de manera enorme la biodiversidad del entorno.
El bosque de ribera supone, ha resaltado ASDEN, un área muy importante de refugio, alimentación, descanso o desplazamiento de un gran número de especies de paseriformes y mamíferos, debido a configurar un ecosistema natural frente a las parcelas de agricultura intensiva que, además de verter una gran cantidad de lixiviados derivados de la excesiva aplicación de herbicidas y abonos, invaden y cultivan el área paralela al río, designada como silvestre, convirtiendo cientos de kilómetros de riberas en manchas discontinuas de árboles; un bosque de ribera continuo, maduro y bien conservado convierte el cauce del río en una zona de especial importancia biológica y corredor ecológico vital para nuestra fauna.
La presencia del bosque de ribera en los márgenes de nuestros ríos ejerce un papel fundamental en el sostenimiento del terreno circundante y en la protección frente a las crecidas y la erosión generadas por el continuo paso de agua y dinámica fluvial, generando, de esa forma, un efecto amortiguador frente al aumento de caudal a través de la gran ramificación y profundidad que alcanza el órgano radical de las especies ribereñas autóctonas, así como del denso efecto tapizante del suelo por parte de las, tan olvidadas, herbáceas.
Contrariamente a lo expuesto con anterioridad, ASDEN ha señalado que las políticas actuales de gestión de riberas y márgenes de ríos se centran en encauzar y retirar el tan necesario y beneficioso bosque de ribera, mal y comúnmente denominado “maleza” o “suciedad”.
"Esta actuación es perjudicial en cualquier momento que se lleve a cabo, ya que incluso la materia vegetal seca o los árboles caídos generan enorme refugio para pájaros carpinteros, insectos taladradores de la madera, zorros, tejones, ginetas, garduñas, murciélagos, etc. … formando un ecosistema en sí mismo que favorece y actúa de revulsivo para la biodiversidad", ha recalcado.
Ademas, gran parte de los tapones que se producen en los ríos -y que pueden coadyuvar a algunas inundaciones- son el resultado de malas práxis de las empresas madereras cuando se cortan choperas de repoblación, al dejar gran parte de ramaje que no aprovechan, in situ, ha apuntado la asociación ecologista.
Desde el punto de vista legal, la Ley 10/2001, de 5 de Julio, del Plan Hidrológico Nacional, en su artículo 36 dispone que “se respetarán en todo momento las condiciones naturales de las riberas y márgenes de los ríos, conservando su valor ecológico, social y paisajístico”, situación incompatible con un talado o desbrozado de bosque de ribera.
Para finalizar, se concluye que la presencia de un bosque de ribera ecológicamente funcional en los márgenes de los ríos supone una ventaja biológica y una protección de nuestros suelos, y no suciedad como el colectivo ASAJA promulga.