Actos que rozan el vandalismo en la ermita de San Bartolomé
La parroquia de Ucero, de la que depende la ermita de San Bartolomé, enclavada en el Cañón del Río Lobos, ha mostrado hoy "su malestar" por "actos que rozan el vandalismo" en la pasada noche de San Juan, cuando unos desconocidos llenaron de velas la recién restaurada portada del templo.
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Las velas han provocado el consiguiente derramamiento de cera sobre las columnas y sus basas así como el ensuciamiento de las mismas por el humo de las velas, según ha señalado hoy en un comunicado.
"Hemos hecho una inversión en la ermita de casi 115.000 euros, de los cuales 10.000 euros han ido destinados a restaurar la portada, y ahora nos encontramos con este deleznable acto que no respeta nuestro patrimonio", han asegurado los párrocos encargados del templo.
En este sentido, han apuntado que prevenir actos como éste u otros peores, es lo que les movió a pedir a la Junta de Castilla y León permiso para adoptar algunas medidas de seguridad y así poder proteger de los vándalos "esta joya arquitectónica".
Durante meses no pudieron comenzarse las obras en la ermita por el desencuentro entre la Diócesis y la Junta de Castilla y León, ya que la primera pretendía un vallado ornamental que dificultara actos como el recientemente acontecido y la Administración regional se negaba a autorizarlo.
"Para que se pudieran comenzar las obras y por el bien del templo", como afirmó en su día el Vicario General, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, la Diócesis y la parroquia renunciaron a la protección del acceso a la ermita "si bien, por desgracia, el tiempo parece que nos da la razón".